Antiguo Egipto
El Antiguo Egipto fue una civilización que surgió al agruparse los asentamientos situados en las riberas del cauce medio y bajo del rĆo Nilo. Tuvo tres Ć©pocas de esplendor en los periodos denominados por los historiadores Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo. Alcanzaba desde el delta del Nilo, en el norte, hasta la isla Elefantina (la actual AsuĆ”n, junto a la primera catarata del Nilo, en el sur), llegando a tener influencia desde el Ćufrates hasta Gebel Barkal,
en la cuarta catarata del Nilo, en épocas de mÔxima expansión. Su
territorio también abarcó, en distintos periodos, el desierto oriental y
la lĆnea costera del mar Rojo, la penĆnsula del SinaĆ y un gran territorio occidental que dominaba los dispersos oasis. Históricamente, fue dividido en Alto y Bajo Egipto, al sur y al norte, respectivamente (vĆ©ase: Kemet).
La civilización egipcia se desarrolló durante mĆ”s de 3000 aƱos. Comenzó con la unificación de varias ciudades del valle del Nilo,1 alrededor del 3150 a. C., y se da convencionalmente por terminado en el 31 a. C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico, que desaparece como Estado.3 Este acontecimiento no representó el primer perĆodo de dominación extranjera, pero fue el que condujo a una transformación gradual en la vida polĆtica y religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo independiente de su cultura. Su identidad cultural habĆa comenzado a diluirse paulatinamente tras las conquistas de los reyes de Babilonia (siglo VI a. C.) y Macedonia (siglo IV a. C.), desapareciendo su religión con la llegada del cristianismo, en la Ć©poca de Justiniano I, cuando en 535 fue prohibido el culto a la diosa Isis, en el templo de File.
Egipto tiene una combinación Ćŗnica de caracterĆsticas geogrĆ”ficas, situada en el Ćfrica nororiental y confinada por Libia, SudĆ”n, el mar Rojo y el mar MediterrĆ”neo. El Nilo fue la clave para el Ć©xito de la civilización egipcia, ya que Ć©ste permitĆa el aprovechamiento de los recursos y ofrecĆa una significativa ventaja sobre otros oponentes: el lĆ©gamo fĆ©rtil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la población para dedicar mĆ”s tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnológico y artĆstico.
La vida se ordenaba en torno al desarrollo de un sistema de escritura y de una literatura independientes, asĆ como en un cuidadoso control estatal sobre los recursos naturales y humanos, caracterizado sobre todo por la irrigación de la fĆ©rtil cuenca del Nilo y la explotación minera del valle y de las regiones desĆ©rticas circundantes, la organización de proyectos colectivos como las grandes obras pĆŗblicas, el comercio con las regiones vecinas de Ćfrica del este y central y con las del MediterrĆ”neo oriental y, finalmente, por un poderĆo militar capaz de derrotar a cualquier enemigo, y que mantuvieron una hegemonĆa imperial y la dominación territorial de civilizaciones vecinas en diversos perĆodos. La motivación y la organización de estas actividades estaba encomendada a una burocracia de Ć©lite sociopolĆtica y económica, los escribas, bajo el control del Faraón, un personaje semidivino, perteneciente a una sucesión de dinastĆas, que garantizaba la cooperación y la unidad del pueblo egipcio en el contexto de un elaborado sistema de creencias religiosas.
Los muchos logros de los egipcios incluyen la extracción minera, la topografĆa y las tĆ©cnicas de construcción que facilitaron el levantamiento de monumentales pirĆ”mides, templos y obeliscos, unos procedimientos matemĆ”ticos, una prĆ”ctica mĆ©dica eficaz, mĆ©todos de riego y tĆ©cnicas de producción agrĆcola, la primera naves conocidas, la tecnologĆa del vidrio y de la fayenza, las nuevas formas de la literatura y el tratado de paz mĆ”s antiguo conocido, firmado con los hititas.
Egipto dejó un legado duradero, su arte y arquitectura fueron ampliamente copiados, y sus antigüedades se llevaron a los rincones mĆ”s lejanos del mundo. Sus ruinas monumentales han inspirado la imaginación de los viajeros y escritores desde hace siglos. Un nuevo respeto por las antigüedades y excavaciones en la Ć©poca moderna han llevado a la investigación cientĆfica de la civilización egipcia y a una mayor apreciación de su legado cultural.
El primer problema surge por el hecho de que los egipcios no utilizaron un sistema de datación homogĆ©neo: no tenĆan un concepto de una era similar al Anno Domini, o la costumbre de nombrar los aƱos, como en Mesopotamia (vĆ©ase Limmu). Databan con referencia a los reinados de los diversos faraones, solapando posiblemente los interregnos y las Ć©pocas de corregencia. Un problema aƱadido surge al comparar las distintas Listas Reales de faraones, pues estĆ”n incompletas o con datos contradictorios, incluso en el mismo texto. Las obras del mejor historiador sobre Egipto, Manetón, se perdieron y solo las conocemos a travĆ©s de epĆtomes de escritores posteriores como Flavio Josefo, Eusebio de Cesarea, Sexto Julio Africano o el monje Jorge Sincelo. Desafortunadamente las fechas de algunos reinados varĆan de uno a otro autor.
A lo largo del Nilo, en el XI milenio a. C., una cultura de recolectores de grano habĆa sido substituida por otra de cazadores, pescadores y recolectores que usaban herramientas de piedra. Los estudios tambiĆ©n indican asentamientos humanos en el sudoeste de Egipto, cerca de la frontera con SudĆ”n, antes del 8000 a. C. La evidencia geológica y estudios climatológicos sugieren que los cambios del clima, alrededor del 8000 a. C., comenzaron a desecar las tierras de caza y pastoreo de Egipto, conformĆ”ndose paulatinamente el desierto del SĆ”hara. Las tribus de la región tendieron a agruparse cerca del rĆo, en donde surgieron pequeƱos poblados que desarrollaron una economĆa agrĆcola. Hay evidencias de pastoreo y del cultivo de cereales en el este del SĆ”hara en el VII milenio a. C.
Alrededor del 6000 a. C., ya habĆa aparecido en el valle del Nilo la agricultura organizada y la construcción de grandes poblados. Al mismo tiempo, en el sudoeste se dedicaban a la ganaderĆa y tambiĆ©n construĆan. El mortero de cal se usaba en el 4000 a. C. Es el denominado periodo predinĆ”stico, que empieza con la cultura de Naqada.
Entre el 5500 y el 3100 a. C., durante el PredinĆ”stico, los asentamientos pequeƱos prosperaron a lo largo del Nilo. En el 3300 a. C., momentos antes de la primera dinastĆa, Egipto estaba dividido en dos reinos, conocidos como Alto Egipto Ta Shemau y Bajo Egipto Ta Mehu.9 La frontera entre ambos se situaba en la actual zona de El Cairo, al sur del delta del Nilo.
La historia de Egipto, como Estado unificado, comienza alrededor del 3050 a. C. Menes (Narmer), que unificó el Alto y el Bajo Egipto, fue su primer rey. La cultura y costumbres egipcias fueron notablemente estables y apenas variaron en casi 3000 aƱos, incluyendo religión, expresión artĆstica, arquitectura y estructura social.
La cronologĆa de los reyes egipcios da comienzo en esa Ć©poca. La cronologĆa convencional es la aceptada durante el siglo XX, sin incluir cualquiera de las revisiones que se han hecho en ese tiempo. Incluso en un mismo trabajo, los arqueólogos ofrecen a menudo, como posibles, varias fechas e incluso varias cronologĆas, y por ello puede haber discrepancias entre las fechas mostradas en las distintas fuentes. TambiĆ©n se dan varias posibles transcripciones de los nombres. Tradicionalmente la egiptologĆa clasifica la historia de la civilización faraónica dividida en dinastĆas, siguiendo la estructura narrativa de los epĆtomes de la AigyptiakĆ” (Historia de Egipto), del sacerdote egipcio Manetón.
Los primeros pobladores de Egipto alcanzaron las riberas del rĆo Nilo, por entonces un conglomerado de marismas y foco de paludismo, en su huida de la creciente desertización del SĆ”hara.
Se sabe por los restos arqueológicos que antiguamente el SĆ”hara tenĆa un clima mediterrĆ”neo, mĆ”s hĆŗmedo que el actual. En los macizos del Ahagar y el Tibesti
habĆa abundante vegetación. Para aquellos pobladores, el SĆ”hara serĆa
una extensa estepa con grandes herbĆvoros que cazar. Las culturas
saharianas son, en gran medida, desconocidas, pero no por ello
inexistentes.
Las sucesivas fases del neolĆtico estĆ”n representadas por las culturas de El Fayum, hacia el 5000 a. C., la cultura tasiense, hacia el 4500 a. C. y la cultura de Merimde, hacia el 4000 a. C. Todas ellas conocen la piedra pulimentada, la cerĆ”mica, la agricultura y la ganaderĆa. La base de la economĆa era la agricultura que se realizaba aprovechando el limo, fertilizante natural que aportaban las anuales inundaciones del rĆo Nilo.
Tras estas culturas aparecieron la badariense y la amratiense o Naqada I, entre 4000 y 3800 a. C.
Hacia el aƱo 3600 a. C. surge la gerzeense o Naqada II, que se difunde por todo Egipto, unificĆ”ndolo culturalmente. Esta consonancia cultural llevarĆ” a la unidad polĆtica, que surgirĆ” tras un periodo de luchas y alianzas entre clanes para imponer su supremacĆa.
Para lograr mayor eficacia y producción, hacia 3500 a. C., comenzaron a realizarse las primeras obras de canalización y surge la escritura con jeroglĆficos en Abidos. En esta Ć©poca comenzaron los proto-estados:
Las primeras comunidades hicieron habitable el paĆs y se organizaron en regiones llamadas nomos. Los habitantes del Delta tenĆan una organización feudal y llegaron a establecer dos reinos con dos jefes o monarcas respectivamente. Un reino estaba asentado en un lugar pantanoso, que se llamaba reino del Junco y tenĆa como sĆmbolo un tallo de junco. Su capital era Buto; tenĆan a una cobra como tótem. El otro reino tenĆa como capital a Busiris y como tótem un buitre pero su sĆmbolo era una abeja y llegó a conocerse como reino de la Abeja. Ambos reinos estaban separados por un brazo del rĆo Nilo.
El reino de la Abeja conquistó al reino del Junco de manera que el Delta quedó unificado. Pero algunos de los vencidos huyeron a establecerse en la zona del Alto Egipto donde fundaron ciudades dĆ”ndoles el mismo nombre que aquellas que habĆan dejado en el Delta. Por eso muchas ciudades de esta Ć©poca tienen nombres semejantes en el Alto y Bajo Egipto. Estas gentes fueron prosperando considerablemente hasta llegar a organizarse en un Estado.
Considerado la fase final del periodo predinĆ”stico, tambiĆ©n conocido como dinastĆa 0, predinĆ”stico tardĆo, o periodo Naqada III. EstĆ” regido por gobernantes del Alto Egipto que residirĆ”n en Tinis, se hacen representar con un serej y adoran a Horus. El nombre de estos reyes figura en la Piedra de Palermo, grabada 700 aƱos despuĆ©s. En este periodo surgen las primeras autĆ©nticas ciudades, tales como Tinis, Nubet, Nejeb, Nejen,
etc. Son tĆpicos de esta Ć©poca los magnĆficos vasos tallados en piedra,
cuchillos y paletas ceremoniales, o las cabezas de mazas votivas. Narmer pudo ser el Ćŗltimo rey de esta Ć©poca, y el fundador de la dinastĆa I.
A finales del periodo predinÔstico, Egipto se encontraba dividido en pequeños reinos; los principales eran: el de Hieracómpolis (Nejen) en el Alto Egipto y el de Buto (Pe) en el Bajo Egipto. El proceso de unificación fue llevado a cabo por los reyes de Hieracómpolis.
La tradición egipcia atribuyó la unificación a Menes, quedando esto reflejado en las Listas Reales. Este personaje es, segĆŗn Alan Gardiner, el rey Narmer, el primer faraón del cual se tiene constancia que reinó sobre todo Egipto, tras una serie de luchas, tal como quedó atestiguado en la paleta de Narmer. Este periodo lo conforman las dinastĆas I y II.
Bajo la dinastĆa III la capital se estableció definitivamente en Menfis, de donde procede la denominación del paĆs, ya que el nombre del principal templo, Hat Ka Ptah "casa del espĆritu de Ptah", que pasó al griego como Aegyptos, con el tiempo designó primero al barrio en el que se encontraba, luego a toda la ciudad y mĆ”s tarde al reino.
En la Ć©poca de la tercera dinastĆa comenzó la costumbre de erigir grandes pirĆ”mides y monumentales conjuntos en piedra, gracias al faraón Dyeser. TambiĆ©n las grandes pirĆ”mides de Guiza, atribuidas a los faraones Keops, KefrĆ©n y Micerino se datan en este periodo.
La dinastĆa V marca el ascenso del alto clero y los influyentes gobernadores locales (nomarcas), y durante el largo reinando de Pepy II se acentuarĆ” una Ć©poca de fuerte descentralización, denominada primer periodo intermedio de Egipto. El Imperio Antiguo comprende las dinastĆas III a VI.
Se considera que se inicia con la reunificación de Egipto bajo Mentuhotep II.
Es un periodo de gran prosperidad económica y expansión exterior, con
faraones pragmƔticos y emprendedores. Este periodo lo conforma el final
de la dinastĆa XI y la XII.
Se realizaron ambiciosos proyectos de irrigación en El Fayum, para regular las grandes inundaciones del Nilo, desviĆ”ndolo hacia el lago Moeris (El Fayum). TambiĆ©n se potenciaron las relaciones comerciales con las regiones circundantes: africanas, asiĆ”ticas y mediterrĆ”neas. Las representaciones artĆsticas se humanizaron, y se impuso el culto al dios Amón. A mediados de 1800 a. C., los dirigentes hicsos vencieron a los faraones egipcios; lo que comenzó como una migración paulatina de libios y cananeos hacia el delta del Nilo, se transformó con el tiempo en conquista militar de casi todo el territorio egipcio, originando la caĆda del Imperio Medio. Los hicsos vencieron porque poseĆan mejores armas, y supieron utilizar el factor sorpresa.
DespuĆ©s de un perĆodo de debilidad monĆ”rquica, llegaron al poder las castas militares, la dinastĆa XIX o RamĆ©sida que, fundamentalmente bajo Seti I y RamsĆ©s II, se mostró enĆ©rgica contra los expansionistas reyes hititas.
Durante los reinados de Merenptah, sucesor de RamsĆ©s II, y RamsĆ©s III, de la dinastĆa XX, Egipto tuvo que enfrentarse a las invasiones de los Pueblos del Mar, originarios de diversas Ć”reas del MediterrĆ”neo oriental (Egeo, Anatolia), y de los libios.
Los faraones del Imperio Nuevo iniciaron una campaña de construcción a gran escala para promover al dios Amón, cuyo creciente culto se asentaba en Karnak.
TambiƩn construyeron monumentos para glorificar a sus propios logros,
tanto reales como imaginarios. Hatshepsut utilizarƔ tal hipƩrbole
durante su reinado de casi veintidós años que fue muy exitoso, marcado
por y largo perĆodo de paz y prosperidad, con expediciones comerciales a
Punt, la restauración de las redes de comercio exterior, grandes
proyectos de construcción, incluyendo un elegante templo funerario que
rivaliza con la arquitectura griega de mil aƱos mƔs tarde, obeliscos
colosales y una capilla en Karnak.
A pesar de sus logros, el heredero de Hatshepsut, su hijastro Tutmosis III, trató de borrar toda huella de su legado hacia el final del reinado, apropiĆ”ndose de muchos de sus logros. Ćl tambiĆ©n intentó cambiar muchas tradiciones establecidas que se habĆan desarrollado a lo largo de siglos. Posiblemente fue un intento inĆŗtil de evitar que otras mujeres se convertirsen en faraón y frenar asĆ su influencia en el reino.
Alrededor de 1350 a. C., la estabilidad del Imperio parecĆa amenazada, aĆŗn mĆ”s cuando Amenhotep IV ascendió al trono e instituyó una serie de reformas radicales, que tuvieron un resultado caótico. Cambiando su nombre por el de Ajenatón, promovió como deidad suprema la hasta entonces oscura deidad solar Atón, iniciando una reforma religiosa tendente al monoteĆsmo. En parte, el monoteĆsmo de Ajenatón fue un producto del absolutismo real; los viejos dioses habĆan desaparecido, pero el rey mantenĆa —para su propio beneficio polĆtico— su papel tradicional como mediador entre los hombres y los deseos del nuevo dios. El faraón suprimió el culto a la mayorĆa de las demĆ”s deidades y, sobre todo, trató de anular el poder de los influyentes sacerdotes de Amón en Tebas, a quienes veĆa como corruptos. Al trasladar la capital a la nueva ciudad de Ajet-Atón (actual Amarna), Ajenatón hizo oĆdos sordos a los acontecimientos del Cercano Oriente (donde los hititas, Mitanni y los asirios se disputaban el control) y se concentró Ćŗnicamente en la nueva religión. La nueva filosofĆa religiosa conllevó un nuevo estilo artĆstico, que resaltaba la humanidad del rey por encima de la monumentalidad.
DespuĆ©s de su muerte, el culto de Atón fue abandonado rĆ”pidamente, los sacerdotes de Amón recuperaron el poder y devolvieron la capital a Tebas. Bajo su influencia los faraones posteriores —Tutankamon, Ay y Horemheb— intentaron borrar toda mención de Akenatón y su «herejĆa», ahora conocida como el PerĆodo de Amarna.
Alrededor de 1279 a. C. ascendió al trono Ramsés II, también conocido como el Grande.
El suyo serĆa uno de los reinados mĆ”s largos de la historia egipcia.
Mandó construir mÔs templos, mÔs estatuas y obeliscos, y engendrar mÔs
hijos que cualquier otro faraón. Audaz lĆder militar, RamsĆ©s II condujo
su ejƩrcito contra los hititas en la Batalla de Kadesh
(en la actual Siria); despuƩs de llegar a un punto muerto, finalmente
aceptó un tratado de paz con el reimo hitita. Es el tratado de paz mÔs
antiguo registrado, en torno a 1258 antes de Cristo. Egipto se retiró de
la mayor parte de sus posesiones asiƔticas dejando a los hititas
competir, sin Ʃxito, con el creciente poder emergente de Asiria y los
reciƩn llegados frigios.
La riqueza de Egipto, sin embargo, se habĆa convertido en un objetivo tentador para la invasión; en particular, para los libios beduinos del oeste y los Pueblos de Mar, que formaban parte de la poderosa confederación de piratas griegos del mar Egeo. Inicialmente, el ejĆ©rcito fue capaz de repeler las invasiones, pero Egipto terminó por perder el control de sus territorios en el sur de Siria y Palestina, que en gran parte cayeron en poder de los asirios e hititas. El impacto de las amenazas externas se vio agravado por problemas internos como la corrupción, el robo de las tumbas reales y los disturbios populares. DespuĆ©s de recuperar su poder, los sumos sacerdotes del templo de Amón en Tebas habĆan acumulado vastas extensiones de tierra y mucha riqueza, debilitando al Estado. El paĆs terminó dividido, dando inicio al Tercer Periodo Intermedio.
Se inicia con la conquista de Egipto por Alejandro Magno de Macedonia en 332 a. C., y la llegada al poder en 305 a. C. de la dinastĆa ptolemaica, de origen macedonio. Finaliza con la incorporación de Egipto al Imperio romano tras la batalla de Actium, en el aƱo 31 a. C. En el aƱo 30 a. C. muere Cleopatra y Egipto se convierte en una provincia del Imperio romano.
Pasó a sus sucesores el Imperio bizantino después que el Imperio romano fuera repartido el año 395 en Occidente y Oriente, y permaneció en sus manos hasta la conquista por el pueblo Ôrabe del año 640. Los últimos vestigios de la tradicional cultura del Antiguo Egipto finalizan definitivamente a comienzos del siglo VI, con los últimos sacerdotes de Isis, que oficiaban el templo de la isla de File, al proscribirse el culto a los "dioses paganos".
La economĆa de Egipto se basaba en la agricultura. La vida dependĆa de los cultivos de las tierras inundadas por el rĆo Nilo. TenĆan un sistema de diques, estanques y canales de riego que se extendĆan por todas las tierras de cultivo. En las riberas del Nilo los campesinos egipcios cultivaban muchas clases de cereales. El grano cosechado se guardaba en graneros y luego se usaba para elaborar pan y cerveza. Las cosechas principales eran de trigo, cebada y lino.
La agricultura estaba centrada en el ciclo del Nilo. HabĆa tres estaciones: Akhet, Peret, y Shemu. Akhet, la estación de la inundación, duraba de junio a septiembre. DespuĆ©s de la inundación quedaba una capa de limo en los bancos, enriqueciendo la tierra para la cosecha siguiente. En Peret, la estación de la siembra entre octubre y febrero, los granjeros esperaban hasta que se drenaba el agua, y araban y sembraban el rico suelo. Acabada la labor, irrigaban usando diques y canales. SeguĆa Shemu, la estación de la cosecha de marzo a mayo, cuando se recolectaba con hoces de madera.
En los huertos se cultivaban guisantes (arveja), lentejas, cebolla, puerros, pepinos y lechugas, ademƔs de uvas, dƔtiles, higos y granadas. Entre los animales que criaban por su carne, se encuentran los cerdos, ovejas, cabras, gansos y patos.
Los egipcios cultivaban mĆ”s alimentos de los que necesitaban, y hacĆan intercambio de sus productos. Algunas de las materias que ellos importaban de territorios extranjeros eran el incienso, la plata, y madera fina de cedro. Gran parte del los productos del comercio egipcio se transportaba en barcos, por el Nilo y el MediterrĆ”neo.
Durante la mayor parte de su existencia, unos tres milenios, el Antiguo Egipto fue el paĆs mĆ”s rico del mundo.
En el Antiguo Egipto existĆa la figura de los shutiu, una especie de agentes comerciales que efectuaban actividades de compraventa al servicio de las grandes instituciones faraónicas (templos, palacio real, grandes explotaciones de la corona, etcĆ©tera). Pero tambiĆ©n podĆan vender esclavos a simples particulares, o podĆan realizar transacciones comerciales al margen de las instituciones en provecho propio.
Las casi 200 tablillas de arcilla y las numerosas inscripciones descubiertas por los arqueólogos en la antigua ciudad de Balat demuestran que esta localidad, situada en pleno Sahara egipcio, fue utilizada como base de operaciones y punto de abastecimiento a las expediciones comerciales enviadas por los faraones hacia el corazón de Ćfrica a finales del tercer milenio a. de C.Desde este enclave en el oasis de Dajla partirĆan expediciones, compuestas por unos 400 hombres, cuyo objeto era buscar un pigmento que una vez obtenido se enviaba mediante caravanas al valle del Nilo.
La ruta estarĆa marcada desde Ć©pocas antiquĆsimas como prueba la presencia de depósitos de jarras situados a intervalos de 30 kilómetros en el desierto, que llegan hasta Gilf el-Kebir en el extremo sudoccidental de Egipto. Se desconoce hasta dónde llegaba la ruta, aunque los especialistas aceptan como hipótesis mĆ”s probable que llegase hasta la zona del lago Chad.10
Egipto estaba dividido en varios sepats (provincias, o nomos
en griego) con fines administrativos. Esta división se puede remontar
de nuevo al perĆodo predinĆ”stico (antes de 3100 a. C.), cuando los nomos
eran ciudades-estados autónomas, y permanecieron por mÔs de tres
milenios, manteniendo sus costumbres. Bajo este sistema, el paĆs fue
dividido en 42 nomos: 20 del Bajo Egipto, mientras que el Alto Egipto
abarcaba 22 nomos. Cada nomo estaba gobernado por un nomarca, gobernador
provincial que ostentaba la autoridad regional.
El gobierno impuso diversos impuestos, que al no existir moneda eran pagados en especie, con trabajo o mercancĆas. El Tyaty (visir) era el responsable de controlar el sistema impositivo en nombre del faraón, a travĆ©s de su departamento. Sus subordinados debĆan tener al dĆa las reservas almacenadas y sus previsiones. Los impuestos se pagaban segĆŗn el trabajo o las rentas de cada uno, los campesinos (o los terratenientes en periodos posteriores) en productos agrĆcolas, los artesanos con parte de su producción, y de forma similar los pescadores, cazadores, etc.
El estado requerĆa una persona de cada casa para realizar trabajos pĆŗblicos algunas semanas al aƱo, haciendo o limpiando canales, en la construcción de templos o tumbas e incluso en la minerĆa (esto Ćŗltimo, solo si no habĆa prisioneros de guerra). Los cazadores y pescadores pagaban sus impuestos con capturas del rĆo, de los canales, y del desierto. Las familias acomodadas podĆan contratar sustitutos para satisfacer este derecho.
En los textos escritos en etapas anteriores, probablemente representó el idioma hablado de la Ć©poca. Pero al ser utilizada cada vez mĆ”s solamente con propósitos literarios y religiosos, la lengua escrita divergió cada vez mĆ”s de la forma hablada, dando a los Ćŗltimos textos demóticos un carĆ”cter artificial, similar al uso del egipcio medio clĆ”sico durante el perĆodo Ptolemaico. A inicios del siglo IV comenzó a ser reemplazado por el idioma griego en los textos oficiales: el Ćŗltimo uso que se conoce es en el aƱo 452 d. C., sobre los muros del templo dedicado a Isis, en File. Comparte mucho con la lengua copta posterior.
Durante años, la inscripción conocida mÔs antigua era la Paleta de Narmer, encontrada durante excavaciones en Hieracómpolis
(nombre actual, Kom el-Ahmar) en 1890, datada en el 3150 a. C.
Hallazgos arqueológicos recientes revelan que los sĆmbolos grabados en
la cerĆ”mica de Gerzeh, del aƱo 3250 a. C., se asemejan al jeroglĆfico
tradicional. En 1998 un equipo arqueológico alemÔn bajo el mando de
Günter Dreyer, que excavaba la tumba U-j en la necrópolis de Umm el-Qaab de Abidos, que perteneció a un rey del predinĆ”stico, recuperó trescientos rótulos de arcilla inscritos con jeroglĆficos y fechados en el perĆodo de Naqada III-a, en el siglo XXXIII a. C.11
SegĆŗn investigaciones, la escritura egipcia apareció hacia el 3000 a. C. con la unificación del Reino del Alto y Bajo Egipto y el advenimiento del Estado. Durante largo tiempo solo estuvo compuesta por unos mil signos, los jeroglĆficos, que representaban personas, animales, plantas, objetos estilizados etc. Su nĆŗmero no llegó a alcanzar varios miles hasta el periodo tardĆo.12
Los egiptólogos definen al sistema egipcio como jeroglĆfico, y se considera como la escritura mĆ”s antigua del mundo. La denominación proviene del griego "hieros" (sagrado) y "glypho" (esculpir, grabar). Era en parte silĆ”bica, en parte ideogrĆ”fica. La hierĆ”tica fue una forma cursiva de los jeroglĆficos y comenzó a utilizarse durante la primera dinastĆa (c. 2925-2775 a. C.). El tĆ©rmino demótico, en el contexto egipcio, se refiere a la escritura y a la lengua que evolucionó durante el periodo tardĆo, es decir desde la 25.ĀŖ dinastĆa Nubia, hasta que fue desplazada en la corte por el KoinĆ© griego en las Ćŗltimas centurias a. C. DespuĆ©s de la conquista por Amr ibn al-As en el aƱo 640, el idioma egipcio perduró en la lengua copta durante la Edad Media.
Alrededor del 2700 a. C., se comenzaron a usar pictogramas para representar sonidos consonantes. Sobre el 2000 a. C., se usaban 26 para representar los 24 sonidos consonantes principales. El mĆ”s antiguo alfabeto conocido (c. 1800 a. C.) es un sistema abyad derivado de esos signos unilĆteros, igual que otros jeroglĆficos egipcios.
La escritura jeroglĆfica finalmente cayó en desuso como escritura de
los cortesanos alrededor del siglo IV a. C, bajo los ptolomeos,
sustituida por el griego, aunque perduró en los templos del Alto Egipto, custodiados por el clero egipcio. Cleopatra VII
fue la única gobernante ptolemaica que dominó el idioma egipcio
antiguo. Las tentativas de los europeos para descifrarla comenzaron en
el siglo XV, aunque hubo tentativas anteriores por parte de eruditos Ɣrabes.
La religión egipcia,
plasmada en la mitologĆa, es un conjunto de creencias que impregnaban
toda la vida egipcia, desde la Ʃpoca predinƔstica hasta la llegada del Cristianismo y del Islam en las etapas greco-romanas y Ɣrabe. Eran dirigidos por sacerdotes, y el uso de la magia y los hechizos son dudosos.
El templo era un lugar sagrado en donde solamente se admitĆa a los sacerdotes y sacerdotisas, aunque en las celebraciones importantes el pueblo era admitido en el patio.
La existencia de momias y pirĆ”mides fuera de Egipto, indica que las creencias y los valores de las culturas prehistóricas se transmitieron de una u otra forma por el camino de la seda. Los contactos de Egipto con extranjeros incluyeron Nubia y Punt al sur, el Egeo y Grecia al norte, el LĆbano y otras regiones del Cercano Oriente y Libia al oeste.
La naturaleza religiosa de la civilización egipcia influenció su contribución a las artes. Muchas de las grandes obras del Egipto antiguo representan dioses, diosas, y faraones, considerados divinos. El arte estĆ” caracterizado por la idea del orden y la simetrĆa.
Durante los 3000 aƱos de cultura independiente, cada animal retratado o adorado en el arte, la escritura o la religión es indĆgena de Ćfrica. El dromedario, domesticado en Arabia, apareció en Egipto al comienzo del 2.Āŗ milenio a. C.
Aunque el anĆ”lisis del cabello de momias del Imperio Medio ha revelado evidencias de una dieta estable, las momias de circa 3200 a. C. muestran seƱales de anemia y desórdenes hemolĆticos, sĆntomas del envenenamiento por metales pesados. Los compuestos de cobre, plomo, mercurio, y arsĆ©nico que fueron utilizados en pigmentos, tintes y maquillaje de la Ć©poca pudieron haber causado el envenenamiento, especialmente entre la clase acomodada.13 14
Creian que despuĆ©s de la muerte el ka (doble en forma de espĆritu) se dividĆa en ba (alma) y akh (espĆritu). El ba vivĆa en la tumba del difunto y era libre de ir y venir a voluntad. El akh se dirigĆa directamente al inframundo. Luego seguĆa su juicio. El gran dios del inframundo Osiris se encargaba de juzgar el espĆritu del difunto. Anubis colocaba el corazón del difunto en un lado de su balanza y Ma'at, la diosa de la verdad y la justicia, ponĆa su pluma de la verdad en el otro lado. Si el corazón y la pluma pesaban lo mismo, el akh (espĆritu) se iba al gran reino en donde los buenos espĆritus se mezclaban con los dioses en una vida de paz y armonĆa. Si no era asĆ el difunto sufrirĆa una eternidad de castigo. AdemĆ”s los egipcios creĆan que todo difunto debĆa tener una casa en su otra vida, era por esto que les construĆan pirĆ”mides a los cadĆ”veres. TambiĆ©n como creian que la segunda vida era casi igual a la primera y uno seguĆa haciendo lo mismo que en la primera, a las pirĆ”mides les llevaban grandes joyas y alajas, alimentos y juegos. El otro temor de los egipcios (ademĆ”s de el juicio de sus almas) era que alguien saqueara la casa de su espĆritu. Si su tumba era saqueada o su cadĆ”ver destruido, el ba se quedaba sin hogar y tanto Ć©ste como el akh experimentaban una segunda muerte mucho peor. A veces se colocaban estatuas del difunto en las pirĆ”mides por si el ba se quedaba sin hogar, permaneciera en la estatua y evitara la segunda muerte.15
Antiguamente sólo los faraones tenĆan derecho a participar en la vida futura, pero al llegar el nuevo imperio todos los egipcios esperaban vivir en el mĆ”s allĆ”, y se preparaban, de acuerdo a sus posibilidades económicas, su tumba y su cuerpo; a los cadĆ”veres se le extraĆan los órganos, que eran depositados en los vasos canopos, y despuĆ©s cubrĆan el cuerpo con resinas para preservarlo, envolviĆ©ndolo con lino. En la cĆ”mara funeraria se depositaban alimentos y pertenencias del fallecido, para su uso en la otra vida.
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La civilización egipcia se desarrolló durante mĆ”s de 3000 aƱos. Comenzó con la unificación de varias ciudades del valle del Nilo,1 alrededor del 3150 a. C., y se da convencionalmente por terminado en el 31 a. C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico, que desaparece como Estado.3 Este acontecimiento no representó el primer perĆodo de dominación extranjera, pero fue el que condujo a una transformación gradual en la vida polĆtica y religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo independiente de su cultura. Su identidad cultural habĆa comenzado a diluirse paulatinamente tras las conquistas de los reyes de Babilonia (siglo VI a. C.) y Macedonia (siglo IV a. C.), desapareciendo su religión con la llegada del cristianismo, en la Ć©poca de Justiniano I, cuando en 535 fue prohibido el culto a la diosa Isis, en el templo de File.
Egipto tiene una combinación Ćŗnica de caracterĆsticas geogrĆ”ficas, situada en el Ćfrica nororiental y confinada por Libia, SudĆ”n, el mar Rojo y el mar MediterrĆ”neo. El Nilo fue la clave para el Ć©xito de la civilización egipcia, ya que Ć©ste permitĆa el aprovechamiento de los recursos y ofrecĆa una significativa ventaja sobre otros oponentes: el lĆ©gamo fĆ©rtil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la población para dedicar mĆ”s tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnológico y artĆstico.
La vida se ordenaba en torno al desarrollo de un sistema de escritura y de una literatura independientes, asĆ como en un cuidadoso control estatal sobre los recursos naturales y humanos, caracterizado sobre todo por la irrigación de la fĆ©rtil cuenca del Nilo y la explotación minera del valle y de las regiones desĆ©rticas circundantes, la organización de proyectos colectivos como las grandes obras pĆŗblicas, el comercio con las regiones vecinas de Ćfrica del este y central y con las del MediterrĆ”neo oriental y, finalmente, por un poderĆo militar capaz de derrotar a cualquier enemigo, y que mantuvieron una hegemonĆa imperial y la dominación territorial de civilizaciones vecinas en diversos perĆodos. La motivación y la organización de estas actividades estaba encomendada a una burocracia de Ć©lite sociopolĆtica y económica, los escribas, bajo el control del Faraón, un personaje semidivino, perteneciente a una sucesión de dinastĆas, que garantizaba la cooperación y la unidad del pueblo egipcio en el contexto de un elaborado sistema de creencias religiosas.
Los muchos logros de los egipcios incluyen la extracción minera, la topografĆa y las tĆ©cnicas de construcción que facilitaron el levantamiento de monumentales pirĆ”mides, templos y obeliscos, unos procedimientos matemĆ”ticos, una prĆ”ctica mĆ©dica eficaz, mĆ©todos de riego y tĆ©cnicas de producción agrĆcola, la primera naves conocidas, la tecnologĆa del vidrio y de la fayenza, las nuevas formas de la literatura y el tratado de paz mĆ”s antiguo conocido, firmado con los hititas.
Egipto dejó un legado duradero, su arte y arquitectura fueron ampliamente copiados, y sus antigüedades se llevaron a los rincones mĆ”s lejanos del mundo. Sus ruinas monumentales han inspirado la imaginación de los viajeros y escritores desde hace siglos. Un nuevo respeto por las antigüedades y excavaciones en la Ć©poca moderna han llevado a la investigación cientĆfica de la civilización egipcia y a una mayor apreciación de su legado cultural.
Ubicación geogrÔfica
El territorio que ocupaba Egipto en la antigüedad estaba constituido por una estrecha y larga franja correspondiente al valle del rĆo Nilo, en el noreste de Ćfrica. Este rĆo nace en los lagos Victoria y Alberto y desemboca en forma de delta en el mar MediterrĆ”neo. Tan solo 60 kilómetros de ancho y 1200 kilómetros de largo constituĆan este valle de tierras fĆ©rtiles rodeado en gran parte por el desierto del SĆ”hara.CronologĆa
egiptólogos, con divergencias de algunos aƱos en los Ćŗltimos perĆodos, de dĆ©cadas al principio del Imperio Nuevo y de casi un siglo durante el Imperio Antiguo (vĆ©ase: CronologĆa del Antiguo Egipto).El primer problema surge por el hecho de que los egipcios no utilizaron un sistema de datación homogĆ©neo: no tenĆan un concepto de una era similar al Anno Domini, o la costumbre de nombrar los aƱos, como en Mesopotamia (vĆ©ase Limmu). Databan con referencia a los reinados de los diversos faraones, solapando posiblemente los interregnos y las Ć©pocas de corregencia. Un problema aƱadido surge al comparar las distintas Listas Reales de faraones, pues estĆ”n incompletas o con datos contradictorios, incluso en el mismo texto. Las obras del mejor historiador sobre Egipto, Manetón, se perdieron y solo las conocemos a travĆ©s de epĆtomes de escritores posteriores como Flavio Josefo, Eusebio de Cesarea, Sexto Julio Africano o el monje Jorge Sincelo. Desafortunadamente las fechas de algunos reinados varĆan de uno a otro autor.
Los inicios de la civilización egipcia
Las evidencias arqueológicas indican que la civilización egipcia comenzó alrededor del VI milenio a. C., durante el NeolĆtico, cuando se asentaron los primeros pobladores (vĆ©ase el periodo predinĆ”stico). El rĆo Nilo, en torno al cual se asienta la población, ha sido la lĆnea de referencia para la cultura egipcia desde que los nómadas cazadores-recolectores comenzaron a vivir en sus riberas durante el pleistoceno. Los rastros de estos primeros pobladores quedaron en los objetos y signos grabados en las rocas a lo largo del valle del Nilo y en los oasis.A lo largo del Nilo, en el XI milenio a. C., una cultura de recolectores de grano habĆa sido substituida por otra de cazadores, pescadores y recolectores que usaban herramientas de piedra. Los estudios tambiĆ©n indican asentamientos humanos en el sudoeste de Egipto, cerca de la frontera con SudĆ”n, antes del 8000 a. C. La evidencia geológica y estudios climatológicos sugieren que los cambios del clima, alrededor del 8000 a. C., comenzaron a desecar las tierras de caza y pastoreo de Egipto, conformĆ”ndose paulatinamente el desierto del SĆ”hara. Las tribus de la región tendieron a agruparse cerca del rĆo, en donde surgieron pequeƱos poblados que desarrollaron una economĆa agrĆcola. Hay evidencias de pastoreo y del cultivo de cereales en el este del SĆ”hara en el VII milenio a. C.
Alrededor del 6000 a. C., ya habĆa aparecido en el valle del Nilo la agricultura organizada y la construcción de grandes poblados. Al mismo tiempo, en el sudoeste se dedicaban a la ganaderĆa y tambiĆ©n construĆan. El mortero de cal se usaba en el 4000 a. C. Es el denominado periodo predinĆ”stico, que empieza con la cultura de Naqada.
Entre el 5500 y el 3100 a. C., durante el PredinĆ”stico, los asentamientos pequeƱos prosperaron a lo largo del Nilo. En el 3300 a. C., momentos antes de la primera dinastĆa, Egipto estaba dividido en dos reinos, conocidos como Alto Egipto Ta Shemau y Bajo Egipto Ta Mehu.9 La frontera entre ambos se situaba en la actual zona de El Cairo, al sur del delta del Nilo.
La historia de Egipto, como Estado unificado, comienza alrededor del 3050 a. C. Menes (Narmer), que unificó el Alto y el Bajo Egipto, fue su primer rey. La cultura y costumbres egipcias fueron notablemente estables y apenas variaron en casi 3000 aƱos, incluyendo religión, expresión artĆstica, arquitectura y estructura social.
La cronologĆa de los reyes egipcios da comienzo en esa Ć©poca. La cronologĆa convencional es la aceptada durante el siglo XX, sin incluir cualquiera de las revisiones que se han hecho en ese tiempo. Incluso en un mismo trabajo, los arqueólogos ofrecen a menudo, como posibles, varias fechas e incluso varias cronologĆas, y por ello puede haber discrepancias entre las fechas mostradas en las distintas fuentes. TambiĆ©n se dan varias posibles transcripciones de los nombres. Tradicionalmente la egiptologĆa clasifica la historia de la civilización faraónica dividida en dinastĆas, siguiendo la estructura narrativa de los epĆtomes de la AigyptiakĆ” (Historia de Egipto), del sacerdote egipcio Manetón.
Periodos de la historia de Egipto
Periodo predinƔstico (c. 5500 a. C.-3300 a. C.)
Perro amratiense de piedra. Louvre.
Un tĆpico Naqada II jarra decorada con gacelas. (Periodo predinĆ”stico)
Las sucesivas fases del neolĆtico estĆ”n representadas por las culturas de El Fayum, hacia el 5000 a. C., la cultura tasiense, hacia el 4500 a. C. y la cultura de Merimde, hacia el 4000 a. C. Todas ellas conocen la piedra pulimentada, la cerĆ”mica, la agricultura y la ganaderĆa. La base de la economĆa era la agricultura que se realizaba aprovechando el limo, fertilizante natural que aportaban las anuales inundaciones del rĆo Nilo.
Vasija de terracota con forma de ave (Naqada II).
Louvre.
Louvre.
Hacia el aƱo 3600 a. C. surge la gerzeense o Naqada II, que se difunde por todo Egipto, unificĆ”ndolo culturalmente. Esta consonancia cultural llevarĆ” a la unidad polĆtica, que surgirĆ” tras un periodo de luchas y alianzas entre clanes para imponer su supremacĆa.
Para lograr mayor eficacia y producción, hacia 3500 a. C., comenzaron a realizarse las primeras obras de canalización y surge la escritura con jeroglĆficos en Abidos. En esta Ć©poca comenzaron los proto-estados:
Las primeras comunidades hicieron habitable el paĆs y se organizaron en regiones llamadas nomos. Los habitantes del Delta tenĆan una organización feudal y llegaron a establecer dos reinos con dos jefes o monarcas respectivamente. Un reino estaba asentado en un lugar pantanoso, que se llamaba reino del Junco y tenĆa como sĆmbolo un tallo de junco. Su capital era Buto; tenĆan a una cobra como tótem. El otro reino tenĆa como capital a Busiris y como tótem un buitre pero su sĆmbolo era una abeja y llegó a conocerse como reino de la Abeja. Ambos reinos estaban separados por un brazo del rĆo Nilo.
El reino de la Abeja conquistó al reino del Junco de manera que el Delta quedó unificado. Pero algunos de los vencidos huyeron a establecerse en la zona del Alto Egipto donde fundaron ciudades dĆ”ndoles el mismo nombre que aquellas que habĆan dejado en el Delta. Por eso muchas ciudades de esta Ć©poca tienen nombres semejantes en el Alto y Bajo Egipto. Estas gentes fueron prosperando considerablemente hasta llegar a organizarse en un Estado.
Periodo protodinƔstico (c. 3200-3100 a. C.)
VƩase tambiƩn: Naqada III
Paleta ceremonial de Ʃpoca protodinƔstica. Louvre.
Periodo Arcaico (c. 3100-2700 a. C.)
Cuchillo ceremonial de Ʃpoca arcaica. Royal Ontario Museum.
La tradición egipcia atribuyó la unificación a Menes, quedando esto reflejado en las Listas Reales. Este personaje es, segĆŗn Alan Gardiner, el rey Narmer, el primer faraón del cual se tiene constancia que reinó sobre todo Egipto, tras una serie de luchas, tal como quedó atestiguado en la paleta de Narmer. Este periodo lo conforman las dinastĆas I y II.
Egipto durante los imperios antiguo y nuevo.
Imperio Antiguo (c. 2700-2250 a. C.)
Estatua de KefrƩn.
Las PirƔmides de Giza.
En la Ć©poca de la tercera dinastĆa comenzó la costumbre de erigir grandes pirĆ”mides y monumentales conjuntos en piedra, gracias al faraón Dyeser. TambiĆ©n las grandes pirĆ”mides de Guiza, atribuidas a los faraones Keops, KefrĆ©n y Micerino se datan en este periodo.
La dinastĆa V marca el ascenso del alto clero y los influyentes gobernadores locales (nomarcas), y durante el largo reinando de Pepy II se acentuarĆ” una Ć©poca de fuerte descentralización, denominada primer periodo intermedio de Egipto. El Imperio Antiguo comprende las dinastĆas III a VI.
Primer Periodo Intermedio (c. 2250-2050 a. C.)
Fue una Ć©poca donde el poder estaba descentralizado y transcurre entre el Imperio Antiguo y el Imperio Medio. Comprende desde la DinastĆa VII hasta mediados de la DinastĆa XI, cuando Mentuhotep II reunificó el paĆs bajo su mando. A pesar de la decadencia, esta Ć©poca destacó por un gran florecimiento literario, con textos doctrinales o didĆ”cticos, que muestran el gran cambio social. El importante cambio de mentalidad, asĆ como del crecimiento de las clases medias en las ciudades originó una nueva concepción de las creencias, reflejĆ”ndose en la aparición de los denominados Textos de los Sarcófagos. Osiris se convirtió en la divinidad mĆ”s popular, con Montu y Amón. Los nomos de Heracleópolis y Tebas se constituyeron como hegemónicos, imponiĆ©ndose finalmente este Ćŗltimo. Son las dinastĆas VII a XI.
Mentuhotep II. MMNY.
Imperio Medio (c. 2050-1800 a. C.)
Amenemhat III, el Ćŗltimo monarca grande del Imperio Medio
Se realizaron ambiciosos proyectos de irrigación en El Fayum, para regular las grandes inundaciones del Nilo, desviĆ”ndolo hacia el lago Moeris (El Fayum). TambiĆ©n se potenciaron las relaciones comerciales con las regiones circundantes: africanas, asiĆ”ticas y mediterrĆ”neas. Las representaciones artĆsticas se humanizaron, y se impuso el culto al dios Amón. A mediados de 1800 a. C., los dirigentes hicsos vencieron a los faraones egipcios; lo que comenzó como una migración paulatina de libios y cananeos hacia el delta del Nilo, se transformó con el tiempo en conquista militar de casi todo el territorio egipcio, originando la caĆda del Imperio Medio. Los hicsos vencieron porque poseĆan mejores armas, y supieron utilizar el factor sorpresa.
Segundo Periodo Intermedio (c. 1800-1550 a. C.)
Durante gran parte de este periodo dominaron Egipto los gobernantes hicsos, jefes de pueblos nómadas de la periferia, especialmente libios y asiĆ”ticos, que se establecieron en el delta, y tuvieron como capital la ciudad de Avaris. Finalmente, los dirigentes egipcios de Tebas declararon la independencia, siendo denominados la dinastĆa XVII. Proclamaron la "salvación de Egipto" y dirigieron una "guerra de liberación" contra los hicsos. Fueron las dinastĆas XIII a XVII, parcialmente coetĆ”neas.
RamsƩs II. Imperio Nuevo. Luxor.
Imperio Nuevo (c. 1550-1070 a. C.)
Es un periodo de gran expansión exterior, tanto en Asia —donde llegan al Ćufrates— como en Kush (Nubia). La dinastĆa XVIII comenzó con una serie de faraones guerreros, desde Amosis I hasta Tutmosis III y Tutmosis IV. Bajo Amenofis III se detuvo la expansión y se inició un perĆodo de paz interna y externa.DespuĆ©s de un perĆodo de debilidad monĆ”rquica, llegaron al poder las castas militares, la dinastĆa XIX o RamĆ©sida que, fundamentalmente bajo Seti I y RamsĆ©s II, se mostró enĆ©rgica contra los expansionistas reyes hititas.
Durante los reinados de Merenptah, sucesor de RamsĆ©s II, y RamsĆ©s III, de la dinastĆa XX, Egipto tuvo que enfrentarse a las invasiones de los Pueblos del Mar, originarios de diversas Ć”reas del MediterrĆ”neo oriental (Egeo, Anatolia), y de los libios.
Dyeser-Dyeseru (el sublime de los sublimes) de Hatshepsut es el edificio principal del complejo de templos funerarios en Deir el-Bahari.
A pesar de sus logros, el heredero de Hatshepsut, su hijastro Tutmosis III, trató de borrar toda huella de su legado hacia el final del reinado, apropiĆ”ndose de muchos de sus logros. Ćl tambiĆ©n intentó cambiar muchas tradiciones establecidas que se habĆan desarrollado a lo largo de siglos. Posiblemente fue un intento inĆŗtil de evitar que otras mujeres se convertirsen en faraón y frenar asĆ su influencia en el reino.
Alrededor de 1350 a. C., la estabilidad del Imperio parecĆa amenazada, aĆŗn mĆ”s cuando Amenhotep IV ascendió al trono e instituyó una serie de reformas radicales, que tuvieron un resultado caótico. Cambiando su nombre por el de Ajenatón, promovió como deidad suprema la hasta entonces oscura deidad solar Atón, iniciando una reforma religiosa tendente al monoteĆsmo. En parte, el monoteĆsmo de Ajenatón fue un producto del absolutismo real; los viejos dioses habĆan desaparecido, pero el rey mantenĆa —para su propio beneficio polĆtico— su papel tradicional como mediador entre los hombres y los deseos del nuevo dios. El faraón suprimió el culto a la mayorĆa de las demĆ”s deidades y, sobre todo, trató de anular el poder de los influyentes sacerdotes de Amón en Tebas, a quienes veĆa como corruptos. Al trasladar la capital a la nueva ciudad de Ajet-Atón (actual Amarna), Ajenatón hizo oĆdos sordos a los acontecimientos del Cercano Oriente (donde los hititas, Mitanni y los asirios se disputaban el control) y se concentró Ćŗnicamente en la nueva religión. La nueva filosofĆa religiosa conllevó un nuevo estilo artĆstico, que resaltaba la humanidad del rey por encima de la monumentalidad.
DespuĆ©s de su muerte, el culto de Atón fue abandonado rĆ”pidamente, los sacerdotes de Amón recuperaron el poder y devolvieron la capital a Tebas. Bajo su influencia los faraones posteriores —Tutankamon, Ay y Horemheb— intentaron borrar toda mención de Akenatón y su «herejĆa», ahora conocida como el PerĆodo de Amarna.
Cuatro estatuas colosales de RamsƩs II flanquean la entrada de su templo de Abu Simbel.
La riqueza de Egipto, sin embargo, se habĆa convertido en un objetivo tentador para la invasión; en particular, para los libios beduinos del oeste y los Pueblos de Mar, que formaban parte de la poderosa confederación de piratas griegos del mar Egeo. Inicialmente, el ejĆ©rcito fue capaz de repeler las invasiones, pero Egipto terminó por perder el control de sus territorios en el sur de Siria y Palestina, que en gran parte cayeron en poder de los asirios e hititas. El impacto de las amenazas externas se vio agravado por problemas internos como la corrupción, el robo de las tumbas reales y los disturbios populares. DespuĆ©s de recuperar su poder, los sumos sacerdotes del templo de Amón en Tebas habĆan acumulado vastas extensiones de tierra y mucha riqueza, debilitando al Estado. El paĆs terminó dividido, dando inicio al Tercer Periodo Intermedio.
Tercer Periodo Intermedio (c. 1070-656 a. C.)
Comienza con la instauración de dos dinastĆas de origen libio que se repartieron Egipto: una, desde Tanis, la bĆblica ZoĆ”n, en el Bajo Egipto, y otra, cuyos reyes tomaron el tĆtulo de Sumos sacerdotes de Amón, desde Tebas. El periodo termina con la dominación de los reyes Cushitas. Son las dinastĆas, parcialmente coetĆ”neas, XXI a XXV.
Apries. Periodo TardĆo.
Periodo TardĆo (c. 656-332 a. C.)
Comienza con la dinastĆa SaĆta, con dos periodos de dominación persa, asĆ como con varias dinastĆas coetĆ”neas de gobernantes egipcios independientes. Egipto se convirtió finalmente en una satrapĆa. Son las dinastĆas XXVI a XXXI.Periodo HelenĆstico (332-30 a. C.)
Alejandro Magno.
Periodo Romano (30 a. C.-640 d. C.)
El 30 de julio del aƱo 30 a. C., Octavio entró en AlejandrĆa, liquidando definitivamente la independencia polĆtica de Egipto y convirtiĆ©ndolo en provincia romana.Pasó a sus sucesores el Imperio bizantino despuĆ©s que el Imperio romano fuera repartido el aƱo 395 en Occidente y Oriente, y permaneció en sus manos hasta la conquista por el pueblo Ć”rabe del aƱo 640. Los Ćŗltimos vestigios de la tradicional cultura del Antiguo Egipto finalizan definitivamente a comienzos del siglo VI, con los Ćŗltimos sacerdotes de Isis, que oficiaban el templo de la isla de File, al proscribirse el culto a los "dioses paganos".
EconomĆa egipcia
Cosecha.
La agricultura estaba centrada en el ciclo del Nilo. HabĆa tres estaciones: Akhet, Peret, y Shemu. Akhet, la estación de la inundación, duraba de junio a septiembre. DespuĆ©s de la inundación quedaba una capa de limo en los bancos, enriqueciendo la tierra para la cosecha siguiente. En Peret, la estación de la siembra entre octubre y febrero, los granjeros esperaban hasta que se drenaba el agua, y araban y sembraban el rico suelo. Acabada la labor, irrigaban usando diques y canales. SeguĆa Shemu, la estación de la cosecha de marzo a mayo, cuando se recolectaba con hoces de madera.
En los huertos se cultivaban guisantes (arveja), lentejas, cebolla, puerros, pepinos y lechugas, ademƔs de uvas, dƔtiles, higos y granadas. Entre los animales que criaban por su carne, se encuentran los cerdos, ovejas, cabras, gansos y patos.
Los egipcios cultivaban mĆ”s alimentos de los que necesitaban, y hacĆan intercambio de sus productos. Algunas de las materias que ellos importaban de territorios extranjeros eran el incienso, la plata, y madera fina de cedro. Gran parte del los productos del comercio egipcio se transportaba en barcos, por el Nilo y el MediterrĆ”neo.
Durante la mayor parte de su existencia, unos tres milenios, el Antiguo Egipto fue el paĆs mĆ”s rico del mundo.
Comercio, rutas y expediciones comerciales
Las transacciones comerciales de los antiguos egipcios no se limitaban al intercambio de productos agrĆcolas o de materias primas, sino que tambiĆ©n hay constancia de expediciones para nutrir de bienes ornamentales y joyas el tesoro real de los faraones, y de actividades de venta de esclavos, e incluso de los propios cargos administrativos o de servicio en los templos.En el Antiguo Egipto existĆa la figura de los shutiu, una especie de agentes comerciales que efectuaban actividades de compraventa al servicio de las grandes instituciones faraónicas (templos, palacio real, grandes explotaciones de la corona, etcĆ©tera). Pero tambiĆ©n podĆan vender esclavos a simples particulares, o podĆan realizar transacciones comerciales al margen de las instituciones en provecho propio.
Las casi 200 tablillas de arcilla y las numerosas inscripciones descubiertas por los arqueólogos en la antigua ciudad de Balat demuestran que esta localidad, situada en pleno Sahara egipcio, fue utilizada como base de operaciones y punto de abastecimiento a las expediciones comerciales enviadas por los faraones hacia el corazón de Ćfrica a finales del tercer milenio a. de C.Desde este enclave en el oasis de Dajla partirĆan expediciones, compuestas por unos 400 hombres, cuyo objeto era buscar un pigmento que una vez obtenido se enviaba mediante caravanas al valle del Nilo.
La ruta estarĆa marcada desde Ć©pocas antiquĆsimas como prueba la presencia de depósitos de jarras situados a intervalos de 30 kilómetros en el desierto, que llegan hasta Gilf el-Kebir en el extremo sudoccidental de Egipto. Se desconoce hasta dónde llegaba la ruta, aunque los especialistas aceptan como hipótesis mĆ”s probable que llegase hasta la zona del lago Chad.10
Administración y hacienda
Lista de Sesostris I, nomos del 5.Āŗ al 7.Āŗ del Alto Egipto.
El gobierno impuso diversos impuestos, que al no existir moneda eran pagados en especie, con trabajo o mercancĆas. El Tyaty (visir) era el responsable de controlar el sistema impositivo en nombre del faraón, a travĆ©s de su departamento. Sus subordinados debĆan tener al dĆa las reservas almacenadas y sus previsiones. Los impuestos se pagaban segĆŗn el trabajo o las rentas de cada uno, los campesinos (o los terratenientes en periodos posteriores) en productos agrĆcolas, los artesanos con parte de su producción, y de forma similar los pescadores, cazadores, etc.
El estado requerĆa una persona de cada casa para realizar trabajos pĆŗblicos algunas semanas al aƱo, haciendo o limpiando canales, en la construcción de templos o tumbas e incluso en la minerĆa (esto Ćŗltimo, solo si no habĆa prisioneros de guerra). Los cazadores y pescadores pagaban sus impuestos con capturas del rĆo, de los canales, y del desierto. Las familias acomodadas podĆan contratar sustitutos para satisfacer este derecho.
Lengua
El egipcio antiguo constituye una parte independiente de la lengua de la (macro) familia afro-asiĆ”tica. Sus parientes mĆ”s cercanos son los grupos bereber, semĆtico y Beja. Los documentos escritos mĆ”s antiguos en lengua egipcia se han fechado en el 3200 a. C., haciĆ©ndola una de las mĆ”s antiguas y documentadas. Los eruditos agrupan al egipcio en seis divisiones cronológicas importantes:
Nombre de Narmer, en egipcio arcaico.
- Egipcio arcaico (antes de 3000 a. C.)
- Egipcio antiguo (3000-2000 a. C.)
- Egipcio clƔsico (2000-1300 a. C.)
Fragmento de escritura jeroglĆfica en egipcio tardĆo. Tumba de Seti I.
- Egipcio tardĆo (1300-700 a. C.)
Texto en escritura demótica: réplica de la Piedra Rosetta.
- Egipcio demótico (siglo VII-siglo IV a. C.)
En los textos escritos en etapas anteriores, probablemente representó el idioma hablado de la Ć©poca. Pero al ser utilizada cada vez mĆ”s solamente con propósitos literarios y religiosos, la lengua escrita divergió cada vez mĆ”s de la forma hablada, dando a los Ćŗltimos textos demóticos un carĆ”cter artificial, similar al uso del egipcio medio clĆ”sico durante el perĆodo Ptolemaico. A inicios del siglo IV comenzó a ser reemplazado por el idioma griego en los textos oficiales: el Ćŗltimo uso que se conoce es en el aƱo 452 d. C., sobre los muros del templo dedicado a Isis, en File. Comparte mucho con la lengua copta posterior.
Inscripción copta.
- Griego (305-30 a. C.)
- Copto (Siglo III – siglo VII d. C.)
Escritura
Los escribas eran elite y bien educados. Evaluaron los impuestos,
mantener registros, y fueron responsables de la administración.
SegĆŗn investigaciones, la escritura egipcia apareció hacia el 3000 a. C. con la unificación del Reino del Alto y Bajo Egipto y el advenimiento del Estado. Durante largo tiempo solo estuvo compuesta por unos mil signos, los jeroglĆficos, que representaban personas, animales, plantas, objetos estilizados etc. Su nĆŗmero no llegó a alcanzar varios miles hasta el periodo tardĆo.12
Los egiptólogos definen al sistema egipcio como jeroglĆfico, y se considera como la escritura mĆ”s antigua del mundo. La denominación proviene del griego "hieros" (sagrado) y "glypho" (esculpir, grabar). Era en parte silĆ”bica, en parte ideogrĆ”fica. La hierĆ”tica fue una forma cursiva de los jeroglĆficos y comenzó a utilizarse durante la primera dinastĆa (c. 2925-2775 a. C.). El tĆ©rmino demótico, en el contexto egipcio, se refiere a la escritura y a la lengua que evolucionó durante el periodo tardĆo, es decir desde la 25.ĀŖ dinastĆa Nubia, hasta que fue desplazada en la corte por el KoinĆ© griego en las Ćŗltimas centurias a. C. DespuĆ©s de la conquista por Amr ibn al-As en el aƱo 640, el idioma egipcio perduró en la lengua copta durante la Edad Media.
Alrededor del 2700 a. C., se comenzaron a usar pictogramas para representar sonidos consonantes. Sobre el 2000 a. C., se usaban 26 para representar los 24 sonidos consonantes principales. El mĆ”s antiguo alfabeto conocido (c. 1800 a. C.) es un sistema abyad derivado de esos signos unilĆteros, igual que otros jeroglĆficos egipcios.
Papiro Westcar: tres historias mƔgicas en la corte del rey Jufu..
Literatura
- c. 1800 a. C.: Historia de SinuhƩ y papiro de Ipuwer.
- c. 1600 a. C.: Papiro Westcar.
- c. 1300 a. C.: Papiro Ebers y Poema de Pentaur.
- c. 1180 a. C.: Papiro Harris I.
- c. 1000 a. C.: Historia de Unamón y Papiro de Ani.
Cultura
Obelisco de Tutmosis III (Thutmose III) erigido en el templo de Karnak. (s. XV a. C.)
El templo era un lugar sagrado en donde solamente se admitĆa a los sacerdotes y sacerdotisas, aunque en las celebraciones importantes el pueblo era admitido en el patio.
La existencia de momias y pirĆ”mides fuera de Egipto, indica que las creencias y los valores de las culturas prehistóricas se transmitieron de una u otra forma por el camino de la seda. Los contactos de Egipto con extranjeros incluyeron Nubia y Punt al sur, el Egeo y Grecia al norte, el LĆbano y otras regiones del Cercano Oriente y Libia al oeste.
La naturaleza religiosa de la civilización egipcia influenció su contribución a las artes. Muchas de las grandes obras del Egipto antiguo representan dioses, diosas, y faraones, considerados divinos. El arte estĆ” caracterizado por la idea del orden y la simetrĆa.
Durante los 3000 aƱos de cultura independiente, cada animal retratado o adorado en el arte, la escritura o la religión es indĆgena de Ćfrica. El dromedario, domesticado en Arabia, apareció en Egipto al comienzo del 2.Āŗ milenio a. C.
Aunque el anĆ”lisis del cabello de momias del Imperio Medio ha revelado evidencias de una dieta estable, las momias de circa 3200 a. C. muestran seƱales de anemia y desórdenes hemolĆticos, sĆntomas del envenenamiento por metales pesados. Los compuestos de cobre, plomo, mercurio, y arsĆ©nico que fueron utilizados en pigmentos, tintes y maquillaje de la Ć©poca pudieron haber causado el envenenamiento, especialmente entre la clase acomodada.13 14
Vida despuƩs de la muerte
CreĆan en una vida de ultratumba, y se preparaban para ella, tanto siguiendo unas normas determinadas (Libro de los muertos) como preparando la tumba.Creian que despuĆ©s de la muerte el ka (doble en forma de espĆritu) se dividĆa en ba (alma) y akh (espĆritu). El ba vivĆa en la tumba del difunto y era libre de ir y venir a voluntad. El akh se dirigĆa directamente al inframundo. Luego seguĆa su juicio. El gran dios del inframundo Osiris se encargaba de juzgar el espĆritu del difunto. Anubis colocaba el corazón del difunto en un lado de su balanza y Ma'at, la diosa de la verdad y la justicia, ponĆa su pluma de la verdad en el otro lado. Si el corazón y la pluma pesaban lo mismo, el akh (espĆritu) se iba al gran reino en donde los buenos espĆritus se mezclaban con los dioses en una vida de paz y armonĆa. Si no era asĆ el difunto sufrirĆa una eternidad de castigo. AdemĆ”s los egipcios creĆan que todo difunto debĆa tener una casa en su otra vida, era por esto que les construĆan pirĆ”mides a los cadĆ”veres. TambiĆ©n como creian que la segunda vida era casi igual a la primera y uno seguĆa haciendo lo mismo que en la primera, a las pirĆ”mides les llevaban grandes joyas y alajas, alimentos y juegos. El otro temor de los egipcios (ademĆ”s de el juicio de sus almas) era que alguien saqueara la casa de su espĆritu. Si su tumba era saqueada o su cadĆ”ver destruido, el ba se quedaba sin hogar y tanto Ć©ste como el akh experimentaban una segunda muerte mucho peor. A veces se colocaban estatuas del difunto en las pirĆ”mides por si el ba se quedaba sin hogar, permaneciera en la estatua y evitara la segunda muerte.15
Antiguamente sólo los faraones tenĆan derecho a participar en la vida futura, pero al llegar el nuevo imperio todos los egipcios esperaban vivir en el mĆ”s allĆ”, y se preparaban, de acuerdo a sus posibilidades económicas, su tumba y su cuerpo; a los cadĆ”veres se le extraĆan los órganos, que eran depositados en los vasos canopos, y despuĆ©s cubrĆan el cuerpo con resinas para preservarlo, envolviĆ©ndolo con lino. En la cĆ”mara funeraria se depositaban alimentos y pertenencias del fallecido, para su uso en la otra vida.
VƩase tambiƩn: Embalsamamiento
VĆ©ase tambiĆ©n: MitologĆa egipcia
Logros
Los logros del Antiguo Egipto estĆ”n bien estudiados, asĆ como su civilización que alcanzó un nivel muy alto de productividad y complejidad.- El arte y la ingenierĆa estaban presentes en las construcciones para determinar exactamente la posición de cada punto y las distancias entre ellos (TopografĆa). El mortero fue inventado por los egipcios. Estos conocimientos fueron utilizados para orientar exactamente las bases de las pirĆ”mides, asĆ como para otras obras:
- Los canales para riego construidos para el aprovechamiento del lago de El-Fayum, que convirtieron la zona en el principal productor de grano del mundo antiguo. Hay evidencias de que faraones de la duodĆ©cima dinastĆa usaron el lago natural de El Fayum como depósito para regular y almacenar el exceso de agua, para su uso durante las estaciones secas.
- A partir de la primera dinastĆa, o antes, los egipcios explotaron las minas de turquesas de la penĆnsula del SinaĆ.
- La evidencia mĆ”s temprana (circa 1600 a. C.) del empirismo tradicional se acredita a Egipto, segĆŗn lo evidenciado por los papiros de Edwin Smith y de Ebers, asĆ como el sistema decimal y las fórmulas matemĆ”ticas complejas, usadas en el Papiro de MoscĆŗ y el Ahmes. Los orĆgenes del mĆ©todo cientĆfico tambiĆ©n se remontan a los egipcios. ConocĆan el nĆŗmero Ć”ureo, reflejado en numerosas construcciones,16 aunque puede ser la consecuencia de un sentido intuitivo de la proporción y la armonĆa.17
- Crearon su propia escritura: los jeroglĆficos, hacia finales del cuarto milenio a. C.
- La fabricación del vidrio se desarrolló extraordinariamente, como evidencian los numerosos objetos de uso cotidiano y de adorno descubiertos en las tumbas.18 19 Recientemente se han descubierto los restos de una fÔbrica de cristal.20
- Sobre el 3500 a. C. inventaron la navegación a vela, primera aplicación de una energĆa no animal, (o humana), a la locomoción. Invento que utilizaron en exclusividad durante unos 2.100 aƱos ya que no existe evidencia documental de su uso por los fenicios hasta el 1400 a.C.21
Hitos históricos
PredinƔsticos
- 3500 a. C.: Senet, el mƔs antiguo juego de mesa
- 3500 a. C.: Fayenza, la cerƔmica vidriada conocida mƔs antigua.
DinƔsticos
La gran pirƔmide.
Los egipcios fueron los primeros en fabricar vidrio y cerĆ”micas con acabados vĆtreos como la fayenza.
- 3300 a. C.: primeros trabajos en bronce.
- 3200 a. C.: primeros jeroglĆficos (Abidos).
- 3100 a. C.: jeroglĆficos lineales, el alfabeto mĆ”s antiguo conocido.
- 3100 a. C.: sistema decimal,22 usado por primera vez en el mundo.
- 3100 a. C.: bodegas, las mƔs antiguas conocidas.
- 3050 a. C.: astillero en Abidos.23
- 3000 a. C.: Paleta de Narmer, una de las primeras representaciones de un faraón.
- 3000 a. C.: Exportaciones de vino desde el Nilo a CanaĆ”n y LĆbano: Fechado circa del 3000 a. C (Ć©poca de Narmer), se ha encontrado en Israel un trozo de cerĆ”mica cuyos estudios concluyen que es el fragmento de un Ć”nfora de vino del valle del Nilo.
- 3000 a. C.: trabajos de cobre (ver El cobre en la antigüedad).
- 3000 a. C.: papiros, el "papel" mƔs antiguo del mundo.
- 3000 a. C.: primeras instituciones sanitarias del mundo (ver: Medicina en el Antiguo Egipto).
- 2700 a. C.: primeros cirujanos del mundo (ver: Papiro Edwin Smith).
- 2700 a. C.: estudios topogrĆ”ficos (Museo Egipcio de TurĆn).
- 2600 a. C.: construcción de la Esfinge, la mayor escultura en un solo bloque piedra del mundo, hasta el siglo XX.
- 2600 a. C.–2500 a. C.: expediciones navales en los reinados de Seneferu y Sahura.
- 2600 a. C.: uso de gabarras para el transporte de bloques de piedra (ver: Técnicas de construcción del Antiguo Egipto.
- 2600 a. C.: construcción de la PirÔmide de Zoser, la primera del mundo en piedra.
- 2600 a. C.: construcción de la PirÔmide de Menkaura y la roja, las primeras con tallas en la piedra.
- 2600 a. C.: construcción de la PirÔmide Roja, la primera pirÔmide "clÔsica" (de caras lisas) del mundo.
- 2580 a. C.: construcción de la Gran PirÔmide de Guiza, que fue la construcción mÔs alta del mundo hasta el año 1300 d. C.
- 2500 a. C.: comienza la apicultura.
- 2400 a. C.: comienzan a usar el calendario, que se utilizó incluso en la Edad Media por su regularidad.
- 2200 a. C.: primeras referencias al consumo de cerveza.
- 1860 a. C.: construcción durante el reinado de Sesostris III de un canal sobre el Uady Tumilat, desde el mar Rojo hasta el rĆo Nilo, para el transporte de mercancĆas por gabarras. La evidencia indica su uso en el siglo XIII a. C., durante la Ć©poca de RamsĆ©s II.24 25
- 1800 a. C.: Surge el alfabeto demótico.
- 1800 a. C.: Papiro de Moscú, con fórmulas para hallar volúmenes.
- 1650 a. C.: Papiro de Ahmes: fórmulas sobre geometrĆa, ecuaciones algebraicas, series aritmĆ©ticas, etc.
- 1600 a. C.: Papiro Edwin Smith, recoge los mƩtodos usados en medicina desde el aƱo 3000 a. C.
- 1550 a. C.: Papiro Ebers, el primer tratado sobre tumores.
- 1500 a. C.: la primera fƔbrica de vidrio del mundo.
- 1300 a. C.: Papiro de BerlĆn, sobre fracciones y ecuaciones algebraicas.26
- 1258 a. C.: primer tratado de paz del que haya constancia, entre RamsƩs II y Muwatalli II tras la batalla de Qadesh.
- 1160 a. C.: Papiros de TurĆn (1879, 1899 y 1969), de Uadi Hammamat, el primer mapa geológico y topogrĆ”fico del que se tiene noticia.
- 1000 a. C.: uso del alquitrƔn para embalsamamientos.
- 500 a. C.–400 a. C. o anterior: juegos de guerra llamados petteia y seega, precursores del ajedrez.
Otros temas del Antiguo Egipto
- Costumbres del Antiguo Egipto
- Cultura del Antiguo Egipto
- Escribas en el Antiguo Egipto
- MatemƔticas en el Antiguo Egipto
VƩase tambiƩn
- Biblioteca de AlejandrĆa
- Historia de Egipto
- Lenguas egipcias
- Egipto
- Faraón
- Reina-Faraón
- Arte egipcio
- Periodo predinƔstico de Egipto
- Periodo protodinƔstico de Egipto
Referencias
- Richard J. Gillings (1972). Mathematics in the Time of the Pharaohs. Dover (Nueva York). ISBN 0-486-24315-X.
BibliografĆa
- Gardiner, Alan (1994). El Egipto de los faraones. Laertes. ISBN 84-7584-266-6.
- Grimal, Nicolas. Historia del Antiguo Egipto. Akal. ISBN 84-460-0621-9.
- McDermott, Bridget (2006). La guerra en el antiguo Egipto. Barcelona. ISBN 84-8432-727-2.
- Padró, Josep (2005). El Egipto del Imperio antiguo. Madrid. ISBN 84-95921-97-9.
- – (1999). Historia del Egipto faraónico. Alianza. ISBN 84-206-8190-3.
- Shaw, Ian (2007). Historia del Antiguo Egipto. original: Oxford University Press. Traducción del inglés a cargo de José Miguel Parra Ortiz. Madrid: La Esfera de los Libros. ISBN 978-84-9734-623-8.
- Trigger, B. G. & Kemp, B. J. & O’Connor, D. & Lloyd, A. B. Historia del Egipto antiguo. CrĆtica. ISBN 84-7423-838-2.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Antiguo Egipto.
- Manetón: Historia de Egipto (ĪίγĻ
ĻĻιαĻά; en latĆn, Aegyptiaca).
- Texto espaƱol, con Ćndice electrónico; traducción, introducción y notas de CĆ©sar Vidal.
- Isaac Asimov: Introducción a la Historia de Egipto.
- Texto espaƱol, con Ćndice electrónico.
Portal:EgiptologĆa. Contenido relacionado con EgiptologĆa.
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