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Antiguo Egipto


El Antiguo Egipto fue una civilización que surgió al agruparse los asentamientos situados en las riberas del cauce medio y bajo del rĆ­o Nilo. Tuvo tres Ć©pocas de esplendor en los periodos denominados por los historiadores Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo. Alcanzaba desde el delta del Nilo, en el norte, hasta la isla Elefantina (la actual AsuĆ”n, junto a la primera catarata del Nilo, en el sur), llegando a tener influencia desde el Ɖufrates hasta Gebel Barkal, en la cuarta catarata del Nilo, en Ć©pocas de mĆ”xima expansión. Su territorio tambiĆ©n abarcó, en distintos periodos, el desierto oriental y la lĆ­nea costera del mar Rojo, la penĆ­nsula del SinaĆ­ y un gran territorio occidental que dominaba los dispersos oasis. Históricamente, fue dividido en Alto y Bajo Egipto, al sur y al norte, respectivamente (vĆ©ase: Kemet).

La civilización egipcia se desarrolló durante mĆ”s de 3000 aƱos. Comenzó con la unificación de varias ciudades del valle del Nilo,1 alrededor del 3150 a. C., y se da convencionalmente por terminado en el 31 a. C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico, que desaparece como Estado.3 Este acontecimiento no representó el primer perĆ­odo de dominación extranjera, pero fue el que condujo a una transformación gradual en la vida polĆ­tica y religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo independiente de su cultura. Su identidad cultural habĆ­a comenzado a diluirse paulatinamente tras las conquistas de los reyes de Babilonia (siglo VI a. C.) y Macedonia (siglo IV a. C.), desapareciendo su religión con la llegada del cristianismo, en la Ć©poca de Justiniano I, cuando en 535 fue prohibido el culto a la diosa Isis, en el templo de File.

Egipto tiene una combinación única de características geogrÔficas, situada en el África nororiental y confinada por Libia, SudÔn, el mar Rojo y el mar MediterrÔneo. El Nilo fue la clave para el éxito de la civilización egipcia, ya que éste permitía el aprovechamiento de los recursos y ofrecía una significativa ventaja sobre otros oponentes: el légamo fértil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la población para dedicar mÔs tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnológico y artístico.

La vida se ordenaba en torno al desarrollo de un sistema de escritura y de una literatura independientes, así como en un cuidadoso control estatal sobre los recursos naturales y humanos, caracterizado sobre todo por la irrigación de la fértil cuenca del Nilo y la explotación minera del valle y de las regiones desérticas circundantes, la organización de proyectos colectivos como las grandes obras públicas, el comercio con las regiones vecinas de África del este y central y con las del MediterrÔneo oriental y, finalmente, por un poderío militar capaz de derrotar a cualquier enemigo, y que mantuvieron una hegemonía imperial y la dominación territorial de civilizaciones vecinas en diversos períodos. La motivación y la organización de estas actividades estaba encomendada a una burocracia de élite sociopolítica y económica, los escribas, bajo el control del Faraón, un personaje semidivino, perteneciente a una sucesión de dinastías, que garantizaba la cooperación y la unidad del pueblo egipcio en el contexto de un elaborado sistema de creencias religiosas.

Los muchos logros de los egipcios incluyen la extracción minera, la topografía y las técnicas de construcción que facilitaron el levantamiento de monumentales pirÔmides, templos y obeliscos, unos procedimientos matemÔticos, una prÔctica médica eficaz, métodos de riego y técnicas de producción agrícola, la primera naves conocidas, la tecnología del vidrio y de la fayenza, las nuevas formas de la literatura y el tratado de paz mÔs antiguo conocido, firmado con los hititas.

Egipto dejó un legado duradero, su arte y arquitectura fueron ampliamente copiados, y sus antigüedades se llevaron a los rincones mÔs lejanos del mundo. Sus ruinas monumentales han inspirado la imaginación de los viajeros y escritores desde hace siglos. Un nuevo respeto por las antigüedades y excavaciones en la época moderna han llevado a la investigación científica de la civilización egipcia y a una mayor apreciación de su legado cultural.

Ubicación geogrÔfica

El territorio que ocupaba Egipto en la antigüedad estaba constituido por una estrecha y larga franja correspondiente al valle del río Nilo, en el noreste de África. Este río nace en los lagos Victoria y Alberto y desemboca en forma de delta en el mar MediterrÔneo. Tan solo 60 kilómetros de ancho y 1200 kilómetros de largo constituían este valle de tierras fértiles rodeado en gran parte por el desierto del SÔhara.

CronologĆ­a

Antiguo Egipto
DinastĆ­as y faraones
Periodo predinƔstico
Periodo protodinƔstico
Periodo arcaico: IĀŖ - II
Imperio Antiguo: III IV V VI
I PI: VII VIII IX X XI
Imperio Medio: XI XII
II PI: XIII XIV XV XVI XVII
Imperio Nuevo: XVIII XIX XX
III PI: XXI XXII XXIII XXIV XXV
Periodo tardĆ­o: XXVI XXVII
XXVIII XXIX XXX XXXI
Periodo HelenĆ­stico:
Macedónico. Ptolemaico
Periodo Romano
La obtención de una cronología exacta del Antiguo Egipto es una tarea compleja. Existen diversos criterios de datación entre egiptólogos, con divergencias de algunos años en los últimos períodos, de décadas al principio del Imperio Nuevo y de casi un siglo durante el Imperio Antiguo (véase: Cronología del Antiguo Egipto).
El primer problema surge por el hecho de que los egipcios no utilizaron un sistema de datación homogéneo: no tenían un concepto de una era similar al Anno Domini, o la costumbre de nombrar los años, como en Mesopotamia (véase Limmu). Databan con referencia a los reinados de los diversos faraones, solapando posiblemente los interregnos y las épocas de corregencia. Un problema añadido surge al comparar las distintas Listas Reales de faraones, pues estÔn incompletas o con datos contradictorios, incluso en el mismo texto. Las obras del mejor historiador sobre Egipto, Manetón, se perdieron y solo las conocemos a través de epítomes de escritores posteriores como Flavio Josefo, Eusebio de Cesarea, Sexto Julio Africano o el monje Jorge Sincelo. Desafortunadamente las fechas de algunos reinados varían de uno a otro autor.

Los inicios de la civilización egipcia

Las evidencias arqueológicas indican que la civilización egipcia comenzó alrededor del VI milenio a. C., durante el NeolĆ­tico, cuando se asentaron los primeros pobladores (vĆ©ase el periodo predinĆ”stico). El rĆ­o Nilo, en torno al cual se asienta la población, ha sido la lĆ­nea de referencia para la cultura egipcia desde que los nómadas cazadores-recolectores comenzaron a vivir en sus riberas durante el pleistoceno. Los rastros de estos primeros pobladores quedaron en los objetos y signos grabados en las rocas a lo largo del valle del Nilo y en los oasis.
A lo largo del Nilo, en el XI milenio a. C., una cultura de recolectores de grano habĆ­a sido substituida por otra de cazadores, pescadores y recolectores que usaban herramientas de piedra. Los estudios tambiĆ©n indican asentamientos humanos en el sudoeste de Egipto, cerca de la frontera con SudĆ”n, antes del 8000 a. C. La evidencia geológica y estudios climatológicos sugieren que los cambios del clima, alrededor del 8000 a. C., comenzaron a desecar las tierras de caza y pastoreo de Egipto, conformĆ”ndose paulatinamente el desierto del SĆ”hara. Las tribus de la región tendieron a agruparse cerca del rĆ­o, en donde surgieron pequeƱos poblados que desarrollaron una economĆ­a agrĆ­cola. Hay evidencias de pastoreo y del cultivo de cereales en el este del SĆ”hara en el VII milenio a. C.
Alrededor del 6000 a. C., ya habĆ­a aparecido en el valle del Nilo la agricultura organizada y la construcción de grandes poblados. Al mismo tiempo, en el sudoeste se dedicaban a la ganaderĆ­a y tambiĆ©n construĆ­an. El mortero de cal se usaba en el 4000 a. C. Es el denominado periodo predinĆ”stico, que empieza con la cultura de Naqada.
Entre el 5500 y el 3100 a. C., durante el PredinĆ”stico, los asentamientos pequeƱos prosperaron a lo largo del Nilo. En el 3300 a. C., momentos antes de la primera dinastĆ­a, Egipto estaba dividido en dos reinos, conocidos como Alto Egipto Ta Shemau y Bajo Egipto Ta Mehu.9 La frontera entre ambos se situaba en la actual zona de El Cairo, al sur del delta del Nilo.
La historia de Egipto, como Estado unificado, comienza alrededor del 3050 a. C. Menes (Narmer), que unificó el Alto y el Bajo Egipto, fue su primer rey. La cultura y costumbres egipcias fueron notablemente estables y apenas variaron en casi 3000 aƱos, incluyendo religión, expresión artĆ­stica, arquitectura y estructura social.
La cronología de los reyes egipcios da comienzo en esa época. La cronología convencional es la aceptada durante el siglo XX, sin incluir cualquiera de las revisiones que se han hecho en ese tiempo. Incluso en un mismo trabajo, los arqueólogos ofrecen a menudo, como posibles, varias fechas e incluso varias cronologías, y por ello puede haber discrepancias entre las fechas mostradas en las distintas fuentes. También se dan varias posibles transcripciones de los nombres. Tradicionalmente la egiptología clasifica la historia de la civilización faraónica dividida en dinastías, siguiendo la estructura narrativa de los epítomes de la AigyptiakÔ (Historia de Egipto), del sacerdote egipcio Manetón.

Periodos de la historia de Egipto

Periodo predinĆ”stico (c. 5500 a. C.-3300 a. C.)

Perro amratiense de piedra. Louvre.
Los primeros pobladores de Egipto alcanzaron las riberas del río Nilo, por entonces un conglomerado de marismas y foco de paludismo, en su huida de la creciente desertización del SÔhara.
Un tƭpico Naqada II jarra decorada con gacelas. (Periodo predinƔstico)
Se sabe por los restos arqueológicos que antiguamente el SÔhara tenía un clima mediterrÔneo, mÔs húmedo que el actual. En los macizos del Ahagar y el Tibesti había abundante vegetación. Para aquellos pobladores, el SÔhara sería una extensa estepa con grandes herbívoros que cazar. Las culturas saharianas son, en gran medida, desconocidas, pero no por ello inexistentes.
Las sucesivas fases del neolĆ­tico estĆ”n representadas por las culturas de El Fayum, hacia el 5000 a. C., la cultura tasiense, hacia el 4500 a. C. y la cultura de Merimde, hacia el 4000 a. C. Todas ellas conocen la piedra pulimentada, la cerĆ”mica, la agricultura y la ganaderĆ­a. La base de la economĆ­a era la agricultura que se realizaba aprovechando el limo, fertilizante natural que aportaban las anuales inundaciones del rĆ­o Nilo.
Vasija de terracota con forma de ave (Naqada II).
Louvre.
Tras estas culturas aparecieron la badariense y la amratiense o Naqada I, entre 4000 y 3800 a. C.
Hacia el aƱo 3600 a. C. surge la gerzeense o Naqada II, que se difunde por todo Egipto, unificĆ”ndolo culturalmente. Esta consonancia cultural llevarĆ” a la unidad polĆ­tica, que surgirĆ” tras un periodo de luchas y alianzas entre clanes para imponer su supremacĆ­a.
Para lograr mayor eficacia y producción, hacia 3500 a. C., comenzaron a realizarse las primeras obras de canalización y surge la escritura con jeroglĆ­ficos en Abidos. En esta Ć©poca comenzaron los proto-estados:
Las primeras comunidades hicieron habitable el país y se organizaron en regiones llamadas nomos. Los habitantes del Delta tenían una organización feudal y llegaron a establecer dos reinos con dos jefes o monarcas respectivamente. Un reino estaba asentado en un lugar pantanoso, que se llamaba reino del Junco y tenía como símbolo un tallo de junco. Su capital era Buto; tenían a una cobra como tótem. El otro reino tenía como capital a Busiris y como tótem un buitre pero su símbolo era una abeja y llegó a conocerse como reino de la Abeja. Ambos reinos estaban separados por un brazo del río Nilo.
El reino de la Abeja conquistó al reino del Junco de manera que el Delta quedó unificado. Pero algunos de los vencidos huyeron a establecerse en la zona del Alto Egipto donde fundaron ciudades dÔndoles el mismo nombre que aquellas que habían dejado en el Delta. Por eso muchas ciudades de esta época tienen nombres semejantes en el Alto y Bajo Egipto. Estas gentes fueron prosperando considerablemente hasta llegar a organizarse en un Estado.

Periodo protodinĆ”stico (c. 3200-3100 a. C.)

Paleta ceremonial de Ʃpoca protodinƔstica. Louvre.
Considerado la fase final del periodo predinÔstico, también conocido como dinastía 0, predinÔstico tardío, o periodo Naqada III. EstÔ regido por gobernantes del Alto Egipto que residirÔn en Tinis, se hacen representar con un serej y adoran a Horus. El nombre de estos reyes figura en la Piedra de Palermo, grabada 700 años después. En este periodo surgen las primeras auténticas ciudades, tales como Tinis, Nubet, Nejeb, Nejen, etc. Son típicos de esta época los magníficos vasos tallados en piedra, cuchillos y paletas ceremoniales, o las cabezas de mazas votivas. Narmer pudo ser el último rey de esta época, y el fundador de la dinastía I.

Periodo Arcaico (c. 3100-2700 a. C.)

Cuchillo ceremonial de Ʃpoca arcaica. Royal Ontario Museum.
A finales del periodo predinÔstico, Egipto se encontraba dividido en pequeños reinos; los principales eran: el de Hieracómpolis (Nejen) en el Alto Egipto y el de Buto (Pe) en el Bajo Egipto. El proceso de unificación fue llevado a cabo por los reyes de Hieracómpolis.
La tradición egipcia atribuyó la unificación a Menes, quedando esto reflejado en las Listas Reales. Este personaje es, según Alan Gardiner, el rey Narmer, el primer faraón del cual se tiene constancia que reinó sobre todo Egipto, tras una serie de luchas, tal como quedó atestiguado en la paleta de Narmer. Este periodo lo conforman las dinastías I y II.
Egipto durante los imperios antiguo y nuevo.

Imperio Antiguo (c. 2700-2250 a. C.)

Estatua de KefrƩn.
Las PirƔmides de Giza.
Bajo la dinastía III la capital se estableció definitivamente en Menfis, de donde procede la denominación del país, ya que el nombre del principal templo, Hat Ka Ptah "casa del espíritu de Ptah", que pasó al griego como Aegyptos, con el tiempo designó primero al barrio en el que se encontraba, luego a toda la ciudad y mÔs tarde al reino.
En la época de la tercera dinastía comenzó la costumbre de erigir grandes pirÔmides y monumentales conjuntos en piedra, gracias al faraón Dyeser. También las grandes pirÔmides de Guiza, atribuidas a los faraones Keops, Kefrén y Micerino se datan en este periodo.
La dinastía V marca el ascenso del alto clero y los influyentes gobernadores locales (nomarcas), y durante el largo reinando de Pepy II se acentuarÔ una época de fuerte descentralización, denominada primer periodo intermedio de Egipto. El Imperio Antiguo comprende las dinastías III a VI.

Primer Periodo Intermedio (c. 2250-2050 a. C.)

Fue una época donde el poder estaba descentralizado y transcurre entre el Imperio Antiguo y el Imperio Medio. Comprende desde la Dinastía VII hasta mediados de la Dinastía XI, cuando Mentuhotep II reunificó el país bajo su mando. A pesar de la decadencia, esta época destacó por un gran florecimiento literario, con textos doctrinales o didÔcticos, que muestran el gran cambio social. El importante cambio de mentalidad, así como del crecimiento de las clases medias en las ciudades originó una nueva concepción de las creencias, reflejÔndose en la aparición de los denominados Textos de los Sarcófagos. Osiris se convirtió en la divinidad mÔs popular, con Montu y Amón. Los nomos de Heracleópolis y Tebas se constituyeron como hegemónicos, imponiéndose finalmente este último. Son las dinastías VII a XI.
Mentuhotep II. MMNY.

Imperio Medio (c. 2050-1800 a. C.)

Amenemhat III, el Ćŗltimo monarca grande del Imperio Medio
Se considera que se inicia con la reunificación de Egipto bajo Mentuhotep II. Es un periodo de gran prosperidad económica y expansión exterior, con faraones pragmÔticos y emprendedores. Este periodo lo conforma el final de la dinastía XI y la XII.
Se realizaron ambiciosos proyectos de irrigación en El Fayum, para regular las grandes inundaciones del Nilo, desviĆ”ndolo hacia el lago Moeris (El Fayum). TambiĆ©n se potenciaron las relaciones comerciales con las regiones circundantes: africanas, asiĆ”ticas y mediterrĆ”neas. Las representaciones artĆ­sticas se humanizaron, y se impuso el culto al dios Amón. A mediados de 1800 a. C., los dirigentes hicsos vencieron a los faraones egipcios; lo que comenzó como una migración paulatina de libios y cananeos hacia el delta del Nilo, se transformó con el tiempo en conquista militar de casi todo el territorio egipcio, originando la caĆ­da del Imperio Medio. Los hicsos vencieron porque poseĆ­an mejores armas, y supieron utilizar el factor sorpresa.

Segundo Periodo Intermedio (c. 1800-1550 a. C.)

Durante gran parte de este periodo dominaron Egipto los gobernantes hicsos, jefes de pueblos nómadas de la periferia, especialmente libios y asiÔticos, que se establecieron en el delta, y tuvieron como capital la ciudad de Avaris. Finalmente, los dirigentes egipcios de Tebas declararon la independencia, siendo denominados la dinastía XVII. Proclamaron la "salvación de Egipto" y dirigieron una "guerra de liberación" contra los hicsos. Fueron las dinastías XIII a XVII, parcialmente coetÔneas.
RamsƩs II. Imperio Nuevo. Luxor.

Imperio Nuevo (c. 1550-1070 a. C.)

Es un periodo de gran expansión exterior, tanto en Asia —donde llegan al Ɖufrates— como en Kush (Nubia). La dinastĆ­a XVIII comenzó con una serie de faraones guerreros, desde Amosis I hasta Tutmosis III y Tutmosis IV. Bajo Amenofis III se detuvo la expansión y se inició un perĆ­odo de paz interna y externa.
Después de un período de debilidad monÔrquica, llegaron al poder las castas militares, la dinastía XIX o Ramésida que, fundamentalmente bajo Seti I y Ramsés II, se mostró enérgica contra los expansionistas reyes hititas.
Durante los reinados de Merenptah, sucesor de RamsƩs II, y RamsƩs III, de la dinastƭa XX, Egipto tuvo que enfrentarse a las invasiones de los Pueblos del Mar, originarios de diversas Ɣreas del MediterrƔneo oriental (Egeo, Anatolia), y de los libios.
Dyeser-Dyeseru (el sublime de los sublimes) de Hatshepsut es el edificio principal del complejo de templos funerarios en Deir el-Bahari.
Los faraones del Imperio Nuevo iniciaron una campaña de construcción a gran escala para promover al dios Amón, cuyo creciente culto se asentaba en Karnak. También construyeron monumentos para glorificar a sus propios logros, tanto reales como imaginarios. Hatshepsut utilizarÔ tal hipérbole durante su reinado de casi veintidós años que fue muy exitoso, marcado por y largo período de paz y prosperidad, con expediciones comerciales a Punt, la restauración de las redes de comercio exterior, grandes proyectos de construcción, incluyendo un elegante templo funerario que rivaliza con la arquitectura griega de mil años mÔs tarde, obeliscos colosales y una capilla en Karnak.
A pesar de sus logros, el heredero de Hatshepsut, su hijastro Tutmosis III, trató de borrar toda huella de su legado hacia el final del reinado, apropiĆ”ndose de muchos de sus logros. Ɖl tambiĆ©n intentó cambiar muchas tradiciones establecidas que se habĆ­an desarrollado a lo largo de siglos. Posiblemente fue un intento inĆŗtil de evitar que otras mujeres se convertirsen en faraón y frenar asĆ­ su influencia en el reino.
Alrededor de 1350 a. C., la estabilidad del Imperio parecĆ­a amenazada, aĆŗn mĆ”s cuando Amenhotep IV ascendió al trono e instituyó una serie de reformas radicales, que tuvieron un resultado caótico. Cambiando su nombre por el de Ajenatón, promovió como deidad suprema la hasta entonces oscura deidad solar Atón, iniciando una reforma religiosa tendente al monoteĆ­smo. En parte, el monoteĆ­smo de Ajenatón fue un producto del absolutismo real; los viejos dioses habĆ­an desaparecido, pero el rey mantenĆ­a —para su propio beneficio polĆ­tico— su papel tradicional como mediador entre los hombres y los deseos del nuevo dios. El faraón suprimió el culto a la mayorĆ­a de las demĆ”s deidades y, sobre todo, trató de anular el poder de los influyentes sacerdotes de Amón en Tebas, a quienes veĆ­a como corruptos. Al trasladar la capital a la nueva ciudad de Ajet-Atón (actual Amarna), Ajenatón hizo oĆ­dos sordos a los acontecimientos del Cercano Oriente (donde los hititas, Mitanni y los asirios se disputaban el control) y se concentró Ćŗnicamente en la nueva religión. La nueva filosofĆ­a religiosa conllevó un nuevo estilo artĆ­stico, que resaltaba la humanidad del rey por encima de la monumentalidad.
DespuĆ©s de su muerte, el culto de Atón fue abandonado rĆ”pidamente, los sacerdotes de Amón recuperaron el poder y devolvieron la capital a Tebas. Bajo su influencia los faraones posteriores —Tutankamon, Ay y Horemheb— intentaron borrar toda mención de Akenatón y su «herejĆ­a», ahora conocida como el PerĆ­odo de Amarna.
Cuatro estatuas colosales de RamsƩs II flanquean la entrada de su templo de Abu Simbel.
Alrededor de 1279 a. C. ascendió al trono RamsĆ©s II, tambiĆ©n conocido como el Grande. El suyo serĆ­a uno de los reinados mĆ”s largos de la historia egipcia. Mandó construir mĆ”s templos, mĆ”s estatuas y obeliscos, y engendrar mĆ”s hijos que cualquier otro faraón. Audaz lĆ­der militar, RamsĆ©s II condujo su ejĆ©rcito contra los hititas en la Batalla de Kadesh (en la actual Siria); despuĆ©s de llegar a un punto muerto, finalmente aceptó un tratado de paz con el reimo hitita. Es el tratado de paz mĆ”s antiguo registrado, en torno a 1258 antes de Cristo. Egipto se retiró de la mayor parte de sus posesiones asiĆ”ticas dejando a los hititas competir, sin Ć©xito, con el creciente poder emergente de Asiria y los reciĆ©n llegados frigios.
La riqueza de Egipto, sin embargo, se había convertido en un objetivo tentador para la invasión; en particular, para los libios beduinos del oeste y los Pueblos de Mar, que formaban parte de la poderosa confederación de piratas griegos del mar Egeo. Inicialmente, el ejército fue capaz de repeler las invasiones, pero Egipto terminó por perder el control de sus territorios en el sur de Siria y Palestina, que en gran parte cayeron en poder de los asirios e hititas. El impacto de las amenazas externas se vio agravado por problemas internos como la corrupción, el robo de las tumbas reales y los disturbios populares. Después de recuperar su poder, los sumos sacerdotes del templo de Amón en Tebas habían acumulado vastas extensiones de tierra y mucha riqueza, debilitando al Estado. El país terminó dividido, dando inicio al Tercer Periodo Intermedio.

Tercer Periodo Intermedio (c. 1070-656 a. C.)

Comienza con la instauración de dos dinastías de origen libio que se repartieron Egipto: una, desde Tanis, la bíblica ZoÔn, en el Bajo Egipto, y otra, cuyos reyes tomaron el título de Sumos sacerdotes de Amón, desde Tebas. El periodo termina con la dominación de los reyes Cushitas. Son las dinastías, parcialmente coetÔneas, XXI a XXV.
Apries. Periodo TardĆ­o.

Periodo TardĆ­o (c. 656-332 a. C.)

Comienza con la dinastía Saíta, con dos periodos de dominación persa, así como con varias dinastías coetÔneas de gobernantes egipcios independientes. Egipto se convirtió finalmente en una satrapía. Son las dinastías XXVI a XXXI.

Periodo HelenĆ­stico (332-30 a. C.)

Alejandro Magno.
Se inicia con la conquista de Egipto por Alejandro Magno de Macedonia en 332 a. C., y la llegada al poder en 305 a. C. de la dinastĆ­a ptolemaica, de origen macedonio. Finaliza con la incorporación de Egipto al Imperio romano tras la batalla de Actium, en el aƱo 31 a. C. En el aƱo 30 a. C. muere Cleopatra y Egipto se convierte en una provincia del Imperio romano.

Periodo Romano (30 a. C.-640 d. C.)

El 30 de julio del aƱo 30 a. C., Octavio entró en AlejandrĆ­a, liquidando definitivamente la independencia polĆ­tica de Egipto y convirtiĆ©ndolo en provincia romana.
Pasó a sus sucesores el Imperio bizantino después que el Imperio romano fuera repartido el año 395 en Occidente y Oriente, y permaneció en sus manos hasta la conquista por el pueblo Ôrabe del año 640. Los últimos vestigios de la tradicional cultura del Antiguo Egipto finalizan definitivamente a comienzos del siglo VI, con los últimos sacerdotes de Isis, que oficiaban el templo de la isla de File, al proscribirse el culto a los "dioses paganos".

EconomĆ­a egipcia

Cosecha.
La economĆ­a de Egipto se basaba en la agricultura. La vida dependĆ­a de los cultivos de las tierras inundadas por el rĆ­o Nilo. TenĆ­an un sistema de diques, estanques y canales de riego que se extendĆ­an por todas las tierras de cultivo. En las riberas del Nilo los campesinos egipcios cultivaban muchas clases de cereales. El grano cosechado se guardaba en graneros y luego se usaba para elaborar pan y cerveza. Las cosechas principales eran de trigo, cebada y lino.
La agricultura estaba centrada en el ciclo del Nilo. Había tres estaciones: Akhet, Peret, y Shemu. Akhet, la estación de la inundación, duraba de junio a septiembre. Después de la inundación quedaba una capa de limo en los bancos, enriqueciendo la tierra para la cosecha siguiente. En Peret, la estación de la siembra entre octubre y febrero, los granjeros esperaban hasta que se drenaba el agua, y araban y sembraban el rico suelo. Acabada la labor, irrigaban usando diques y canales. Seguía Shemu, la estación de la cosecha de marzo a mayo, cuando se recolectaba con hoces de madera.
En los huertos se cultivaban guisantes (arveja), lentejas, cebolla, puerros, pepinos y lechugas, ademƔs de uvas, dƔtiles, higos y granadas. Entre los animales que criaban por su carne, se encuentran los cerdos, ovejas, cabras, gansos y patos.
Los egipcios cultivaban mƔs alimentos de los que necesitaban, y hacƭan intercambio de sus productos. Algunas de las materias que ellos importaban de territorios extranjeros eran el incienso, la plata, y madera fina de cedro. Gran parte del los productos del comercio egipcio se transportaba en barcos, por el Nilo y el MediterrƔneo.
Durante la mayor parte de su existencia, unos tres milenios, el Antiguo Egipto fue el paƭs mƔs rico del mundo.

Comercio, rutas y expediciones comerciales

Las transacciones comerciales de los antiguos egipcios no se limitaban al intercambio de productos agrƭcolas o de materias primas, sino que tambiƩn hay constancia de expediciones para nutrir de bienes ornamentales y joyas el tesoro real de los faraones, y de actividades de venta de esclavos, e incluso de los propios cargos administrativos o de servicio en los templos.
En el Antiguo Egipto existía la figura de los shutiu, una especie de agentes comerciales que efectuaban actividades de compraventa al servicio de las grandes instituciones faraónicas (templos, palacio real, grandes explotaciones de la corona, etcétera). Pero también podían vender esclavos a simples particulares, o podían realizar transacciones comerciales al margen de las instituciones en provecho propio.
Las casi 200 tablillas de arcilla y las numerosas inscripciones descubiertas por los arqueólogos en la antigua ciudad de Balat demuestran que esta localidad, situada en pleno Sahara egipcio, fue utilizada como base de operaciones y punto de abastecimiento a las expediciones comerciales enviadas por los faraones hacia el corazón de África a finales del tercer milenio a. de C.Desde este enclave en el oasis de Dajla partirían expediciones, compuestas por unos 400 hombres, cuyo objeto era buscar un pigmento que una vez obtenido se enviaba mediante caravanas al valle del Nilo.
La ruta estaría marcada desde épocas antiquísimas como prueba la presencia de depósitos de jarras situados a intervalos de 30 kilómetros en el desierto, que llegan hasta Gilf el-Kebir en el extremo sudoccidental de Egipto. Se desconoce hasta dónde llegaba la ruta, aunque los especialistas aceptan como hipótesis mÔs probable que llegase hasta la zona del lago Chad.10

Administración y hacienda

Lista de Sesostris I, nomos del 5.Āŗ al 7.Āŗ del Alto Egipto.
Egipto estaba dividido en varios sepats (provincias, o nomos en griego) con fines administrativos. Esta división se puede remontar de nuevo al perĆ­odo predinĆ”stico (antes de 3100 a. C.), cuando los nomos eran ciudades-estados autónomas, y permanecieron por mĆ”s de tres milenios, manteniendo sus costumbres. Bajo este sistema, el paĆ­s fue dividido en 42 nomos: 20 del Bajo Egipto, mientras que el Alto Egipto abarcaba 22 nomos. Cada nomo estaba gobernado por un nomarca, gobernador provincial que ostentaba la autoridad regional.
El gobierno impuso diversos impuestos, que al no existir moneda eran pagados en especie, con trabajo o mercancías. El Tyaty (visir) era el responsable de controlar el sistema impositivo en nombre del faraón, a través de su departamento. Sus subordinados debían tener al día las reservas almacenadas y sus previsiones. Los impuestos se pagaban según el trabajo o las rentas de cada uno, los campesinos (o los terratenientes en periodos posteriores) en productos agrícolas, los artesanos con parte de su producción, y de forma similar los pescadores, cazadores, etc.
El estado requería una persona de cada casa para realizar trabajos públicos algunas semanas al año, haciendo o limpiando canales, en la construcción de templos o tumbas e incluso en la minería (esto último, solo si no había prisioneros de guerra). Los cazadores y pescadores pagaban sus impuestos con capturas del río, de los canales, y del desierto. Las familias acomodadas podían contratar sustitutos para satisfacer este derecho.

Lengua

El egipcio antiguo constituye una parte independiente de la lengua de la (macro) familia afro-asiĆ”tica. Sus parientes mĆ”s cercanos son los grupos bereber, semĆ­tico y Beja. Los documentos escritos mĆ”s antiguos en lengua egipcia se han fechado en el 3200 a. C., haciĆ©ndola una de las mĆ”s antiguas y documentadas. Los eruditos agrupan al egipcio en seis divisiones cronológicas importantes:
Nombre de Narmer, en egipcio arcaico.
  • Egipcio arcaico (antes de 3000 a. C.)
Recogido en las inscripciones del último predinÔstico y del arcaico. La evidencia mÔs temprana de escritura jeroglífica egipcia aparece en los recipientes de cerÔmica de Naqada II.
  • Egipcio antiguo (3000-2000 a. C.)
Es la lengua del Imperio Antiguo y del primer perƭodo intermedio. Los textos de las pirƔmides son el cuerpo mayor de la literatura de esta fase, escritos en las paredes de las tumbas de la aristocracia, que a partir de este perƭodo tambiƩn muestran escrituras autobiogrƔficas. Una de las caracterƭsticas que lo distinguen es la triple mezcla de ideogramas, fonogramas, y de determinativos para indicar el plural. No tiene grandes diferencias con la etapa siguiente.
  • Egipcio clĆ”sico (2000-1300 a. C.)
Esta etapa, llamada también media, se conoce por una variedad de textos en escritura jeroglífica y hierÔtica, datadas en el Imperio Medio. Incluyen los textos funerarios inscritos en los ataúdes tales como los Textos de los Sarcófagos; textos que explican cómo conducirse en la otra vida, y que ejemplifican el punto de vista filosófico egipcio (véase el papiro de Ipuur); cuentos que detallan las aventuras de ciertos individuos, por ejemplo la historia de Sinuhe; textos médicos y científicos tales como el papiro Edwin Smith y el de Ebers; y textos poéticos que elogian a un dios o a un faraón, tal como el himno al Nilo. El idioma vernÔculo comenzó a diferenciarse de la lengua escrita tal como evidencian algunos textos hierÔticos del Imperio medio, pero el egipcio clÔsico continuó siendo usado en los escritos formales hasta el último período dinÔstico.
Fragmento de escritura jeroglĆ­fica en egipcio tardĆ­o. Tumba de Seti I.
  • Egipcio tardĆ­o (1300-700 a. C.)
Aparecen documentos de esta etapa en la segunda parte del Imperio Nuevo. Forman un amplio conjunto de textos de literatura religiosa y secular, abarcando ejemplos famosos tales como la historia de Unamón (Wenamun) y las instrucciones del Ani. Era la lengua de la administración ramésida. No es totalmente distinto del egipcio medio, ya que aparecen muchos clasicismos en los documentos históricos y literarios de esta fase, sin embargo, la diferencia entre el clÔsico y el tardío es mayor que entre aquél y el antiguo. También representa mejor la lengua hablada desde el Imperio Nuevo. La ortografía jeroglífica consiguió una gran expansión de su inventario grÔfico entre el periodo Tardío y el Ptolemaico.
Texto en escritura demótica: réplica de la Piedra Rosetta.
  • Egipcio demótico (siglo VII-siglo IV a. C.)
La lengua demótica es cronológicamente la Ćŗltima, se comenzó a usar alrededor del 660 a. C. y se convirtió en la escritura dominante cerca del 600 a. C., usĆ”ndose con fines económicos y literarios. En contraste con el hierĆ”tico, que solĆ­a escribirse en papiros u ostracas, el demótico se grababa ademĆ”s en piedra y madera.
En los textos escritos en etapas anteriores, probablemente representó el idioma hablado de la Ć©poca. Pero al ser utilizada cada vez mĆ”s solamente con propósitos literarios y religiosos, la lengua escrita divergió cada vez mĆ”s de la forma hablada, dando a los Ćŗltimos textos demóticos un carĆ”cter artificial, similar al uso del egipcio medio clĆ”sico durante el perĆ­odo Ptolemaico. A inicios del siglo IV comenzó a ser reemplazado por el idioma griego en los textos oficiales: el Ćŗltimo uso que se conoce es en el aƱo 452 d. C., sobre los muros del templo dedicado a Isis, en File. Comparte mucho con la lengua copta posterior.
Inscripción copta.
  • Griego (305-30 a. C.)
Fue el idioma de la corte tras la conquista de Alejandro, el dialecto koiné, "lengua común", que era una variante del Ôtico utilizada en el mundo helenístico, y que en Egipto convivió con el copto.
  • Copto (Siglo III – siglo VII d. C.)
EstÔ testimoniado alrededor del siglo III, y aparece escrita con signos jeroglíficos, o en los alfabetos hierÔtico y demótico. El alfabeto copto es una versión ligeramente modificada del alfabeto griego, con algunas letras propias demóticas utilizadas para representar varios sonidos no existentes en el griego. Como lengua cotidiana tuvo su apogeo desde el siglo III hasta el siglo VI, y perdura solo como lengua litúrgica de la Iglesia Ortodoxa Copta.

Escritura

Los escribas eran elite y bien educados. Evaluaron los impuestos, mantener registros, y fueron responsables de la administración.
Durante aƱos, la inscripción conocida mĆ”s antigua era la Paleta de Narmer, encontrada durante excavaciones en Hieracómpolis (nombre actual, Kom el-Ahmar) en 1890, datada en el 3150 a. C. Hallazgos arqueológicos recientes revelan que los sĆ­mbolos grabados en la cerĆ”mica de Gerzeh, del aƱo 3250 a. C., se asemejan al jeroglĆ­fico tradicional. En 1998 un equipo arqueológico alemĆ”n bajo el mando de Günter Dreyer, que excavaba la tumba U-j en la necrópolis de Umm el-Qaab de Abidos, que perteneció a un rey del predinĆ”stico, recuperó trescientos rótulos de arcilla inscritos con jeroglĆ­ficos y fechados en el perĆ­odo de Naqada III-a, en el siglo XXXIII a. C.11
SegĆŗn investigaciones, la escritura egipcia apareció hacia el 3000 a. C. con la unificación del Reino del Alto y Bajo Egipto y el advenimiento del Estado. Durante largo tiempo solo estuvo compuesta por unos mil signos, los jeroglĆ­ficos, que representaban personas, animales, plantas, objetos estilizados etc. Su nĆŗmero no llegó a alcanzar varios miles hasta el periodo tardĆ­o.12
Los egiptólogos definen al sistema egipcio como jeroglĆ­fico, y se considera como la escritura mĆ”s antigua del mundo. La denominación proviene del griego "hieros" (sagrado) y "glypho" (esculpir, grabar). Era en parte silĆ”bica, en parte ideogrĆ”fica. La hierĆ”tica fue una forma cursiva de los jeroglĆ­ficos y comenzó a utilizarse durante la primera dinastĆ­a (c. 2925-2775 a. C.). El tĆ©rmino demótico, en el contexto egipcio, se refiere a la escritura y a la lengua que evolucionó durante el periodo tardĆ­o, es decir desde la 25.ĀŖ dinastĆ­a Nubia, hasta que fue desplazada en la corte por el KoinĆ© griego en las Ćŗltimas centurias a. C. DespuĆ©s de la conquista por Amr ibn al-As en el aƱo 640, el idioma egipcio perduró en la lengua copta durante la Edad Media.
Alrededor del 2700 a. C., se comenzaron a usar pictogramas para representar sonidos consonantes. Sobre el 2000 a. C., se usaban 26 para representar los 24 sonidos consonantes principales. El mĆ”s antiguo alfabeto conocido (c. 1800 a. C.) es un sistema abyad derivado de esos signos unilĆ­teros, igual que otros jeroglĆ­ficos egipcios.
Papiro Westcar: tres historias mƔgicas en la corte del rey Jufu..
La escritura jeroglĆ­fica finalmente cayó en desuso como escritura de los cortesanos alrededor del siglo IV a. C, bajo los ptolomeos, sustituida por el griego, aunque perduró en los templos del Alto Egipto, custodiados por el clero egipcio. Cleopatra VII fue la Ćŗnica gobernante ptolemaica que dominó el idioma egipcio antiguo. Las tentativas de los europeos para descifrarla comenzaron en el siglo XV, aunque hubo tentativas anteriores por parte de eruditos Ć”rabes.

Literatura

Cultura

Obelisco de Tutmosis III (Thutmose III) erigido en el templo de Karnak. (s. XV a. C.)
La religión egipcia, plasmada en la mitología, es un conjunto de creencias que impregnaban toda la vida egipcia, desde la época predinÔstica hasta la llegada del Cristianismo y del Islam en las etapas greco-romanas y Ôrabe. Eran dirigidos por sacerdotes, y el uso de la magia y los hechizos son dudosos.
El templo era un lugar sagrado en donde solamente se admitĆ­a a los sacerdotes y sacerdotisas, aunque en las celebraciones importantes el pueblo era admitido en el patio.
La existencia de momias y pirÔmides fuera de Egipto, indica que las creencias y los valores de las culturas prehistóricas se transmitieron de una u otra forma por el camino de la seda. Los contactos de Egipto con extranjeros incluyeron Nubia y Punt al sur, el Egeo y Grecia al norte, el Líbano y otras regiones del Cercano Oriente y Libia al oeste.
La naturaleza religiosa de la civilización egipcia influenció su contribución a las artes. Muchas de las grandes obras del Egipto antiguo representan dioses, diosas, y faraones, considerados divinos. El arte estÔ caracterizado por la idea del orden y la simetría.
Durante los 3000 aƱos de cultura independiente, cada animal retratado o adorado en el arte, la escritura o la religión es indĆ­gena de Ɓfrica. El dromedario, domesticado en Arabia, apareció en Egipto al comienzo del 2.Āŗ milenio a. C.
Aunque el anĆ”lisis del cabello de momias del Imperio Medio ha revelado evidencias de una dieta estable, las momias de circa 3200 a. C. muestran seƱales de anemia y desórdenes hemolĆ­ticos, sĆ­ntomas del envenenamiento por metales pesados. Los compuestos de cobre, plomo, mercurio, y arsĆ©nico que fueron utilizados en pigmentos, tintes y maquillaje de la Ć©poca pudieron haber causado el envenenamiento, especialmente entre la clase acomodada.13 14

Vida despuƩs de la muerte

CreĆ­an en una vida de ultratumba, y se preparaban para ella, tanto siguiendo unas normas determinadas (Libro de los muertos) como preparando la tumba.
Creian que después de la muerte el ka (doble en forma de espíritu) se dividía en ba (alma) y akh (espíritu). El ba vivía en la tumba del difunto y era libre de ir y venir a voluntad. El akh se dirigía directamente al inframundo. Luego seguía su juicio. El gran dios del inframundo Osiris se encargaba de juzgar el espíritu del difunto. Anubis colocaba el corazón del difunto en un lado de su balanza y Ma'at, la diosa de la verdad y la justicia, ponía su pluma de la verdad en el otro lado. Si el corazón y la pluma pesaban lo mismo, el akh (espíritu) se iba al gran reino en donde los buenos espíritus se mezclaban con los dioses en una vida de paz y armonía. Si no era así el difunto sufriría una eternidad de castigo. AdemÔs los egipcios creían que todo difunto debía tener una casa en su otra vida, era por esto que les construían pirÔmides a los cadÔveres. También como creian que la segunda vida era casi igual a la primera y uno seguía haciendo lo mismo que en la primera, a las pirÔmides les llevaban grandes joyas y alajas, alimentos y juegos. El otro temor de los egipcios (ademÔs de el juicio de sus almas) era que alguien saqueara la casa de su espíritu. Si su tumba era saqueada o su cadÔver destruido, el ba se quedaba sin hogar y tanto éste como el akh experimentaban una segunda muerte mucho peor. A veces se colocaban estatuas del difunto en las pirÔmides por si el ba se quedaba sin hogar, permaneciera en la estatua y evitara la segunda muerte.15
Antiguamente sólo los faraones tenían derecho a participar en la vida futura, pero al llegar el nuevo imperio todos los egipcios esperaban vivir en el mÔs allÔ, y se preparaban, de acuerdo a sus posibilidades económicas, su tumba y su cuerpo; a los cadÔveres se le extraían los órganos, que eran depositados en los vasos canopos, y después cubrían el cuerpo con resinas para preservarlo, envolviéndolo con lino. En la cÔmara funeraria se depositaban alimentos y pertenencias del fallecido, para su uso en la otra vida.

Logros

Los logros del Antiguo Egipto estÔn bien estudiados, así como su civilización que alcanzó un nivel muy alto de productividad y complejidad.
  • El arte y la ingenierĆ­a estaban presentes en las construcciones para determinar exactamente la posición de cada punto y las distancias entre ellos (TopografĆ­a). El mortero fue inventado por los egipcios. Estos conocimientos fueron utilizados para orientar exactamente las bases de las pirĆ”mides, asĆ­ como para otras obras:
  • Los canales para riego construidos para el aprovechamiento del lago de El-Fayum, que convirtieron la zona en el principal productor de grano del mundo antiguo. Hay evidencias de que faraones de la duodĆ©cima dinastĆ­a usaron el lago natural de El Fayum como depósito para regular y almacenar el exceso de agua, para su uso durante las estaciones secas.
  • A partir de la primera dinastĆ­a, o antes, los egipcios explotaron las minas de turquesas de la penĆ­nsula del SinaĆ­.
  • La evidencia mĆ”s temprana (circa 1600 a. C.) del empirismo tradicional se acredita a Egipto, segĆŗn lo evidenciado por los papiros de Edwin Smith y de Ebers, asĆ­ como el sistema decimal y las fórmulas matemĆ”ticas complejas, usadas en el Papiro de MoscĆŗ y el Ahmes. Los orĆ­genes del mĆ©todo cientĆ­fico tambiĆ©n se remontan a los egipcios. ConocĆ­an el nĆŗmero Ć”ureo, reflejado en numerosas construcciones,16 aunque puede ser la consecuencia de un sentido intuitivo de la proporción y la armonĆ­a.17
  • Crearon su propia escritura: los jeroglĆ­ficos, hacia finales del cuarto milenio a. C.
  • La fabricación del vidrio se desarrolló extraordinariamente, como evidencian los numerosos objetos de uso cotidiano y de adorno descubiertos en las tumbas.18 19 Recientemente se han descubierto los restos de una fĆ”brica de cristal.20
  • Sobre el 3500 a. C. inventaron la navegación a vela, primera aplicación de una energĆ­a no animal, (o humana), a la locomoción. Invento que utilizaron en exclusividad durante unos 2.100 aƱos ya que no existe evidencia documental de su uso por los fenicios hasta el 1400 a.C.21

Hitos históricos

PredinƔsticos

DinƔsticos

La gran pirƔmide.
Los egipcios fueron los primeros en fabricar vidrio y cerƔmicas con acabados vƭtreos como la fayenza.

Otros temas del Antiguo Egipto

VƩase tambiƩn

Referencias


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  • «Chronology». Digital Egypt for Universities, University College London. Archivado desde el original el 16 de marzo de 2008. Consultado el 25 de marzo de 2008.

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  • Overview of Egyptian Mathematics.

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  • Kemp, Barry (1989). Ancient Egypt. Routledge. ISBN 0-415-01281-3.

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  • MatemĆ”ticas egipcias, en inglĆ©s.

  • ArtĆ­culo en inglĆ©s de Richard Pierce

  • Classic encyclopedia.

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    BibliografĆ­a

    Enlaces externos

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